OPINIÓN | Lewis Mejía: "Recuerda, la salud es lo primero"
Eran las primeras semanas de la pandemia por el coronavirus o COVID-19, y la cantidad de emergencias médicas se multiplicaba minuto a minuto en todo nuestro país.
Las ambulancias del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) no se daban abasto para atender las innumerables llamadas al número de la Central 1-1-6.
Nuestros hermanos voluntarios, sobre todo los más jóvenes, todos con muy poco conocimiento ante este nuevo y altamente mortal virus, asumieron su papel y brindaron todo el apoyo posible a la comunidad.
Más de 1.500 resultaron contaminados por la enfermedad, y un total de 35 “Damas y Caballeros de Fuego” perdieron la vida en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales.
En la región Lambayeque y su capital Chiclayo cayó el propio Jefe Departamental de los Bomberos Voluntarios, contagiado en el cumplimiento del deber.
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Y en Iquitos, los inmolados llegaron a ser casi media docena, incluyendo a una madre de familia que con su uniforme rojo se dio tiempo para encargarse de llevar alimentos a sus compañeros de guardia en las Compañías de Bomberos.
Todo eso podría repetirse con la anunciada segunda ola, que esperemos no llegue a golpear a nuestro país, pero ante el riesgo debemos estar listos y preparados.
Por eso, los Bomberos Voluntarios reiteramos la invocación a toda la ciudadanía, desde el empresario al comerciante del barrio, al taxista y al estudiante de instituto o universidad.
A la ama de casa que a la vez es madre trabajadora, al padre que se esfuerza diariamente por llevar el sustento a su hogar, a los abuelos y a los hijos, a la familia en pleno:
Cuídense en estas fiestas de navidad, utilizando sus mascarillas en todo momento y en todo lugar, evitando las aglomeraciones en los centros comerciales, renunciando a las fiestas de despedida y de saludo, y especialmente lavándose las manos con agua y jabón durante por lo menos 30 segundos.
Y sobre todo eviten generar situaciones de riesgo, como sobrecargar las instalaciones eléctricas, teniendo especial cuidado en la cocina a donde los niños no deben ingresar jamás.
Que esta nueva invocación de los hombres y mujeres de rojo sea un mensaje permanente que nos permita superar este momento de adversidad y seguir disfrutando de la buena salud, de la seguridad, y del amor de nuestros seres queridos.