OPINIÓN | Julio Schiappa: "Vas preso si no te vacunas"
En medio de la crisis de la pandemia, un 48 por ciento de los peruanos no quieren vacunarse, algo que ha sido estimulado por absurdas declaraciones de las autoridades del país que dicen que la vacuna es “voluntaria”. Se aduce que esto es democrático y un ejercicio de la libertad como lo fija la Constitución del 93. Absurdo.
Con ese criterio, seguirían progresando -sin límite alguno- la viruela, el sarampión, la polio, que han causado la muerte de millones de personas en todo el mundo, hasta que fueron controladas gracias a las vacunas. Tu decisión de no vacunarte mata a muchos más, porque el virus no se queda en tu cuerpo, sino que se disemina, de los portadores a los vulnerables, con la rapidez de un cohete. No tienes derecho de matar a otros con tus decisiones. Yo creo, por eso, que la vacunación tiene que ser obligatoria y quien no se vacuna es un homicida en potencia, que debe ir a la cárcel.
Los antivacuna peruanos son víctimas de una campaña en redes sociales, que crean poderosas corrientes de opinión en cuestión de horas. Para bien, en noviembre, cuando miles de jóvenes salieron a echar a los golpistas parlamentarios del poder. Para mal cuando, impulsados por medios conservadores, grupos religiosos extremistas y comunicadores que explotan el pánico, la antivacunación se impone como narrativa anticientífica, negacionista y conspirativa. Este fenómeno es parte del mismo proceso que ha creado la crisis en EE.UU. Un proyecto de dictadura perfecta, adonde el receptor se vuelve un esclavo del caudillo digital.
Los burócratas, políticos y ciudadanos, hoy le temen más al qué dirán las redes de ellos que a forzar el cumplimiento de normas de convivencia básica en una sociedad, lo que implica usar la coerción para obligar a su cumplimiento. Y los estados y gobiernos han nacido para regular el uso del poder y la violencia, con el fin de que los seres humanos no se maten los unos a los otros. Eso implica el uso de la fuerza de manera racional para controlar conductas violentas. El ABC de toda organización estatal y constitucional. Que hoy las redes sociales han dinamitado, facilitando el enlace de millones de personas al margen del estado y de toda regulación. Mas aun, poniendo a las masas ciudadanas en contra del poder, la razón y la ciencia.
También puedes leer: OPINIÓN | Julio Schiappa: “Trump: ¿genio o troglodita?”
También te puede interesar: OPINIÓN | Julio Schiappa: “Navidad con Robocops”
También te puede interesar: OPINIÓN | Julio Schiappa: ¿”Peruzuela”?