07/11/2020 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Como resultado de la pandemia del Covid-19, muchas familias han buscado obtener liquidez para hacer frente a sus necesidades. Una alternativa ha sido el uso de las tarjetas de crédito y otra la propuesta del Congreso, acerca del retiro de los recursos del Sistema Privado de Pensiones (SPP).
El universo de los afiliados activos de las administradoras de fondos de pensiones (AFP) asciende a 7,672,933 personas, a setiembre de 2020. Al mes de agosto, los pensionistas del SPP ascienden a 181,090 personas. En total las AFP administran un total de S/152,297 millones.
La problemática de las AFP, antes de la pandemia, es que tenían una pensión promedio para los jubilados de S/ 1,080. Las pensiones por invalidez (S/1,689 promedio) suelen ser más altas, mientras que las pensiones por sobrevivencia serían las más precarias (S/590 promedio).
A inicios del aislamiento social, el Congreso planteaba el retiro del 25% de los fondos de las AFP, luego el Ejecutivo ofreció un retiro no mayor a S/2,000 de los fondos de cada persona.
En estos últimos meses, el Congreso ha insistido en el retiro del 100% de los fondos, que tienen fines populistas con miras a las elecciones de 2021, debido a su falta de sustento técnico. Por ejemplo, la ley Reja que permite solicitar pensión anticipada y/o el retiro de hasta 95.5% mantiene un 4.5% para el pago del seguro social. Pretender retirar el 100% deja a las personas sin la atención médica.
En esta semana se aprobó que los aportantes a las AFP puedan retirar S/17,200 (4 UIT) dividido en cuatro meses. El problema de las AFP no solo recae en las políticas populistas de ciertos sectores que buscan su propio beneficio, sin considerar la vejez de la población, sino también en las mismas administradoras de estos fondos que no han inculcado en la población la importancia de ahorrar para su jubilación.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha presentado propuestas que recaen en la cooperación entre AFP y ONP, sugiriendo un rediseño que asegure pensiones adecuadas y financieramente sostenibles durante toda la vejez del pensionista.
La propuesta de una reforma sobre la administración de los fondos de pensiones privadas es necesaria; es conveniente indicar que el Estado no ha sido buen gestor de fondos, pues su eficiencia en la administración de los fondos de la ONP ha sido muy débil.
