30/10/2020 / Exitosa Noticias / Cultural / Actualizado al 09/01/2023
Las restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus obligaron a los gobiernos a cerrar las iglesias, lo que conllevó un duro golpe a la tradición católica en países como el Perú y México, que debieron cancelar las multitudinarias procesiones del Señor de los Milagros y de la Virgen de Guadalupe, respectivamente.
En Lima, con mucho pesar la comunidad católica, la mayoritaria del país, aceptó la cancelación de los tradicionales procesiones del Cristo Morado en octubre, aunque miles de fieles siguen yendo hasta el templo de Las Nazarenas a orar y rendirle culto.
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El arzobispado de Lima ya anunció que se abrirán las iglesias en la segunda quincena de noviembre, pero se evitarán las aglomeraciones, especialmente en las fechas tradicionales, como ocurre con San Judas Tadeo, el patrón de las causas perdidas o imposibles, a quien se rinde culto los 28 de cada mes.
Venerado en la iglesia de San Francisco, la imagen de San Judas atraía a miles de devotos, como ocurrió este año en México, donde desde la madrugada del 28, miles se agolparon frente al Templo de San Hipólito, que a pesar de suspender su tradicional misa, abrió las puertas por la mañana para que fueran pasando poco a poco.
Los fieles no podían fallar ni en días de pandemia a esta divinidad a la que tanto le deben. “Hay menos gente, pero como somos devotos de San Judas Tadeo, así nos digan que si venimos vamos a morir, aquí estaremos. (...) Venimos sin miedo al virus, nada va a pasar”, sentenció una devota.
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La pandemia también va a golpear, como nunca ha ocurrido, la tradicional fecha de Todos los Santos o Día de los Muertos, en que las familias recuerdan a sus muertos y que, tanto en Perú como en México, mueven a multitudes en dirección de los cementerios y tumbas.
Esta antigua tradición, sin embargo, ha sido cancelada y, para evitar la propagación del mal, se han cerrado los cementerios y sólo quedará rezarle a los difuntos desde casa.