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OPINIÓN | Julio Schiappa: "¿Se pondrá zapatillas el presidente Pancho?"

"La pandemia ha servido como un catalizador de demandas que ha sacado a los jóvenes de su pasividad y reclusión...".
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18-11-2020

Nadie mejor calificado para dirigir el país que Pancho Sagasti. Uno de nuestros más preparados intelectuales, gestor toda una vida del estudio del país con la Agenda Perú. El tema es si este ingeniero de 76 años logrará empatar con la revolución en zapatillas que hoy transforma el país. Ver para creer.

Esta rebelión de la juventud marca la irrupción de un nuevo protagonista en la política peruana, similar a la de Chile. Es un movimiento por la identidad ciudadana ante el golpe parlamentario y el desgaste de la clase política, contra el maltrato del Estado y los servicios públicos privados y públicos que, día a día, resienten a la población.

La pandemia ha servido como un catalizador de demandas que ha sacado a los jóvenes de su pasividad y reclusión, rompiendo el impacto masivo del miedo a la muerte y la pérdida de sus familiares, así como la comprobación que se roba hasta las medicinas en plena calamidad.

En esas condiciones, la torpeza del régimen golpista y sus voceros ultraconservadores, varios de Coordinadora Republicana, ha hecho estallar una situación latente y que necesitaba una chispa para hacer arder la protesta.

Este proceso sigue los patrones de la Primavera Árabe, la rebelión de Hong Kong, el movimiento de mujeres en EE.UU. y, por supuesto, el de Chile, cuyas características son las siguientes:

Es un movimiento convocado por redes y no por las organizaciones sociales tradicionales.

No hay lideres visibles que se vuelvan interlocutores y negociadores del movimiento.

No se plantea negociar con el Estado un programa ordenado de reformas o cambios siguiendo el orden establecido, sino mediante la acción directa de la calle y su impacto mediático.

Menudo problema el que le espera al nuevo presidente. Negociar con activistas sin rostro a los que les debe el poder.

Poniéndose las zapatillas del movimiento que lo izó al poder, Pancho Sagasti debería impedir la repartija, preparada por la transición mafiosa de Merino, con 580 obras públicas por valor de cinco mil millones de soles, que este año debían ser intermediadas por ciertos congresistas y funcionarios públicos. Zapatillazo a los pillos.

Pancho no será popular entre las autoridades, pero eso no le importa a los honrados, menos a nuestros hijos en zapatillas, que le están cambiando la faz al Perú.

La Revolución en Zapatillas no parará, deberá empatar con un proceso electoral que podría incluir un referéndum para decidir un proceso constituyente. El bicentenario usará zapatillas. ¿Se las pondrá el nuevo presidente Pancho?