02/12/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La vida privada de Diego Armando Maradona es toda una novela. Los personajes sobran y tiene, también, mucho misterio.
El DIEZ, por ejemplo, no podía visitar a sus hijas Dalma y Gianinna. Una disposición legal le obligaba a mantenerse lejos de la casa de su esposa. Bueno, Claudia, con la única que llegó al altar. La mamá de sus hijas, a su vez, también, estaba prohibida acercarse a la casa del futbolista. Los preocupados del tema, señalaron que, el astro del balompié ingería ocho medicinas y tomaba cerveza. Otros hablan que, por lo menos, unas 30 medicinas formaban parte del ejército de medicamentos durante su enfermedad. Era un coctel de medicinas.
Un hecho muy preocupante, para los investigadores y las autoridades, resulta no encontrar, entre las medicinas, tomadas en los últimos días, por Diego, figuraba algo que aliviaría su principal trastorno, como eran sus males cardiacos. Aseguran que Maradona tenía un corazón más grande de lo normal. Uno de los médicos, en la televisión argentina, lo calificó como “un corazón del porte de una pelota de futbol” (SIC).
Tenía un corazón acelerado. Curiosamente, entre los medicamentos encontrados, en su mesa de noche, también faltaba el tipo de medicina para enfermos cardiacos.
Algo que necesitaba urgente, según sus médicos de cabecera, a Diego recomendaron un siquiatra. Al parecer, el día de su muerte, no estaba. Una de las ultimas rarezas señalada en el caso de muerte. El campeón mundial de futbol presenta otra curiosidad, una caída. Asegura que cayó hacia la izquierda. En algunas fotografías se le ve con atención en el lado derecho.
Para quienes admiraron a Maradona, inolvidable será aquel día del mundial, de Estados Unidos, en 1994, cuando Sue Carpinter, auxiliar de la FIFA, lo tomó de la mano para retirarlo del campo, por indicar presencia de efedrina en su organismo, en el partido contra Nigeria, y cuando dijo aquella frase memorable, “me han cortado las piernas”.