OPINIÓN | Manuel Altamirano: "Lagartón y sus visitadoras"
Esta semana nos enteramos de que el bien vacado por incapacidad moral, expresidente mitómano y hoy candidato al Congreso de la República por el partido Somos Perú, Martín Vizcarra, era visitado por las fiscales Sandra Castro y Rocío Sánchez, quienes estaban a cargo del caso de los Cuellos Blancos, con el propósito de satisfacer sus apetitos políticos, así como también ocultar sus conexiones con el empresario y negado amigo Antonio Camayo, a quien dice no recordar ni tener idea de su presencia a pesar de que se vio al empresario, en varias oportunidades, asistir a eventos protocolares en donde se encontraba Vizcarra.
Todo esto nos hace suponer que desde su casa, el expresidente vacado, habría dirigido las investigaciones y utilizado la información de acuerdo a su conveniencia, revelaba lo que él quería y que no le hiciera daño alguno, escogía la fecha de sus revelaciones lanzando cortinas de humo, atacaba a sus opositores, inducía a testigos para convertirlos en colaboradores eficaces y así usarlos cuando él lo creyera propicio, y además, armaba SHOWS MEDIÁTICOS haciendo uso del allanamiento y las detenciones preliminares, muchas veces sin sustento.
Con estas revelaciones se estaría confirmando que protagonizó un atentado contra la autonomía del Ministerio Público, y que las mejores armas del popular “Lagarto” habrían sido las “investigaciones fiscales” que él mismo dirigía, y que ahora trata de minimizar el problema alegando que las reuniones con las mencionadas fiscales son solo una informalidad y no una ilegalidad.
Pero qué se puede esperar de alguien que hasta el momento no reconoce la gravedad del caso “VacunaGate”, mucho menos que al vacunarse demostró total desprecio por la salud de todo el pueblo peruano, vacunando en el mes de octubre a su esposa, su hermano, al amiguito de su hija y otros de su entorno, mintiendo descaradamente al afirmar que él era parte de los ensayos, esto podría explicar porque no concretó el trato con el laboratorio Pfizer y otros.
El decente Marqués de Vargas Llosa, quien apoyó abiertamente a Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Susana Villarán y Martín Vizcarra, y dijo que deseaba que Nadine Heredia sea presidenta del Perú, mencionó hace un par de años en Moscú que “la política saca lo peor del ser humano”, qué pensará ahora que todos sus apadrinados son seriamente cuestionados por corrupción.
Es probable que la coyuntura actual lo anime a escribir una nueva novela, que bien podría titular como “Lagartón y las visitadoras” y la historia giraría en torno al personaje principal, un hombre mitómano, inmoral y falto de toda ética, que para permanecer en el poder se reunía con sus visitadoras para complotar contra sus adversarios políticos, polarizando a la ciudadanía, politizando la justicia, o en todo caso actualizaría su novela “Conversación en La Catedral”, en esta nueva edición hablaría de fraudes, conspiraciones y dictaduras actuales, y el personaje principal, Zavalita, reformularía su pregunta “¿por qué se sigue jodiendo el Perú?”.
A pesar de todo lo malo las cosas siguen para adelante, hasta el día de hoy ya son más de 232 mil vacunados, legalmente, y el gobierno presidido por Francisco Sagasti está reaccionando al aceptar el apoyo de las empresas privadas, puesto que de las 50 toneladas diarias de oxígeno que se necesita para cubrir el requerimiento total, el Ministerio de Salud ha recibido la donación de 20 toneladas de oxígeno diario de parte de la empresa Southern Perú y 5,5 toneladas diarias de la Compañía Minera Buenaventura a través de la donación de una planta de oxígeno para el Hospital Loayza, asimismo las negociaciones con diversos laboratorios para la compra de vacunas sigue adelante, y se espera la llegada de un nuevo lote para el mes de marzo de la alianza COVAX Facility y otro de los laboratorios Pfizer. Es un buen comienzo, esperemos que pisen suelo peruano en el menor tiempo posible.
También te puede interesar: OPINIÓN | Manuel Altamirano: “El rey de las mentiras y la impunidad”
También te puede interesar: OPINIÓN | Manuel Altamirano: “Ocultos en el poder”
También te puede interesar: OPINIÓN | Manuel Altamirano: “La burocracia no nos deja respirar”