OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: "Las cosas como son"
La admisión de la moción de vacancia aprobada por el Congreso de la República la noche del lunes, provocó, como era de esperarse, reacciones desde el Ejecutivo y fue el jefe del gabinete, Walter Martos, quien salió ayer al frente para decir que tenemos un Parlamento “que ha tomado como deporte la vacancia presidencial, que cada mes está presentando una, interpretando de forma arbitraria la causal de permanente incapacidad moral”.
Es cierto que el país afronta momentos muy difíciles por la pandemia que ha provocado una terrible crisis sanitaria, económica y social, pero no por eso se puede pasar por alto las denuncias que pesan contra el presidente Martín Vizcarra, esta vez dos sobre las coimas por dos millones 300 mil soles que habría recibido el mandatario por las obras Lomas de Ilo y del Hospital de Moquegua, cuando fue gobernador regional de Moquegua, formuladas por colaboradores eficaces y que según el fiscal Germán Juárez, del equipo Lava Jato, han sido corroboradas.
Guste o no, y más allá de la calidad de su conformación, es atribución del Congreso solicitar una vacancia presidencial por permanente incapacidad moral, porque la Constitución así se lo faculta. Y la propia presidenta del Tribunal Constitucional, Marianella Ledesma, lo ha precisado anoche, anotando incluso que no hay límite para plantearla las veces que así lo considere.
El presidente Vizcarra se ha encargado ayer de desvirtuar las declaraciones previas de sus ministros respecto a que se buscaban mecanismos legales para impedir esta segunda moción de vacancia, y ha asegurado que acudirá al Congreso para asumir su defensa. Incluso, pidió que no esperen el lunes 9 y adelanten la fecha para mañana jueves o el viernes.
Pero paralelamente a ello, el mandatario decidió no responder ayer al fiscal Germán Juárez Atoche por los dos casos de Moquegua, pese a que un día antes la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, le respondió que no tiene facultades para definir competencias en las investigaciones que ya están en curso. El fiscal lo ha citado nuevamente para el día 12 de este mes.
Aunque es poco probable su vacancia, es atinado que el presidente Vizcarra haya decidido ir al Congreso para que deslinde de los cargos que le imputan y que sus explicaciones sean concretas. El Parlamento debe actuar a la altura de las circunstancias y demostrar también que en este nuevo pedido no hay conspiración ni deseos de hacerse del poder para postergar las elecciones, aunque esto último no sea posible porque los comicios ya han sido convocados, como manda la Constitución, para el 11 de abril y el proceso está en macha.