OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: "Insensibilidad con los necesitados"
Cuando la noche del 24 de agosto se aprobó la ley que permite a los aportantes de la Oficina Nacional Previsional (ONP) acceder, de manera excepcional y por única vez, a la devolución de sus aportes hasta por S/4,300 equivalente a una Unidad Impositiva Tributaria (UIT), los 106 congresistas que votaron a favor expresaron que por fin se hacía justicia a 4.7 millones de peruanos que afrontan momentos dramáticos por la falta de dinero para comer y poder sobrevivir ante la pandemia del coronavirus.
Se sabía también que el gobierno del ahora vacado Martín Vizcarra la iba a observar, pero todos coincidían que de ocurrir eso, sería el Congreso el que promulgaría la ley por insistencia. El 18 de setiembre se observó la autógrafa de ley. Hasta ayer el Legislativo seguía dilatando su debate en el Pleno, pese a que las cuatro comisiones comprendidas en la norma ya dieron luz verde a la insistencia.
¿Qué pasó? ¿En tan poco tiempo olvidaron que se trata de un acto de justicia a compatriotas que hoy necesitan su dinero para afrontar este duro momento de crisis? La presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez, decía que corresponde a la Junta de Portavoces ponerlo en agenda, y algunos voceros respondían que la titular del Legislativo puede hacer la convocatoria para ponerla en debate. Hasta que después de las “lavada de manos” que solo demuestra insensibilidad con estos peruanos, algunos que esperan afuera del Congreso en huelga de hambre, anoche se anunció que el esperado debate se realizará el miércoles.
Pero antes que el Congreso debata la ley de ONP, el presidente transitorio Francisco Sagasti advirtió anoche que de aprobarse la insistencia recurrirá al Tribunal Constitucional, con el mismo argumento del vacado Vizcarra, porque afectará la caja fiscal.
Lo que están pidiendo los afiliados activos e inactivos de la ONP no es un regalo, lo único que reclaman es que les devuelvan su plata, que les fue descontado mensualmente de sus sueldos durante años para poder sobrevivir en estos tiempos de crisis. Ellos no tienen la culpa de que durante décadas, los gobiernos de turno hayan sido incapaces de resolver un problema por no saber administrar el sistema de pensiones. Y hoy se tenga que recurrir al reparto, es decir hacer “una chanchita” con los aportes de los trabajadores para pagar a los jubilados, y los que no completaron 20 años de aportes no tienen derecho a pensión.
El gobierno dirá que no es momento, pero eso es lo mismo que han dicho desde décadas. Ya es tiempo que el Estado asuma su responsabilidad y atienda la necesidad de estos peruanos devolviéndoles su dinero porque es su derecho, y sobre la marcha continúe con la reforma del sistema previsional porque todos los peruanos tienen también derecho a una pensión digna cuando se jubilen, y no las miserias que hoy perciben.