15/05/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hace menos de 24 horas que una colisión múltiple en una zona de neblina de la carretera Panamericana Norte fue motivo de titulares en los principales medios de prensa de nuestra ciudad.
El reporte informativo indica que siete vehículos chocaron entre sí a la altura del kilómetro 65, en el sector de la variante de Pasamayo, en el sentido de sur a norte, ocasionando una gran congestión vehicular.
La fuerte nubosidad, la alta velocidad, las pistas humedecidas por el rocío de la madrugada y con frecuencia la imprudencia de los propios conductores podría haber sido la conjunción de factores que determinaron la tragedia.
Esta vez, felizmente, no se presentaron casos de víctimas de gravedad, y acaso un buen susto y algunas contusiones quedarán para el recuerdo de los conductores y acompañantes de las unidades móviles involucradas.
Pero este tipo de accidente de tránsito ha podido ocurrir en cualquier otra parte de nuestra ciudad, en la Panamericana Sur, por ejemplo, o en la Carretera Central.
Efectivamente, estos días de invierno y, sobre todo, las mañanas oscurecidas por la neblina diseñan el escenario perfecto para que ocurra un incidente que podría acarrear lamentables consecuencias.
Estas condiciones nos obligan a tomar medidas para evitar ser víctima de una situación similar, pues los accidentes de tránsito por choque o volcadura figuran entre las principales emergencias atendidas por los Bomberos Voluntarios.
¿Qué hacer para prevenirlos? Lo primero es considerar que un accidente puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar, y que cuando se trata de conducir un vehículo no hay espacio para los descuidos.
Ni para las imprudencias, por lo que se recomienda conducir dentro de los límites de velocidad señalados en cada sector, ya sea en las calles y avenidas dentro de la urbe, como en las carreteras.
El cansancio es uno de los principales factores que tiñen de sangre las pistas, y que se hace presente sobre todo en la noche tarde o temprano en la mañana, por lo que es mejor descansar bien antes de subirse a un carro.
De igual manera, el sistema de frenos debe revisarse por lo menos cada tres meses, y siempre a cargo de un experto que nos brinde la garantía de un trabajo adecuado.
Las cocadas de las llantas, que permiten el agarre sobre el asfalto, deben estar en la medida adecuada, pues los neumáticos desgastados son propicios para que el carro patine en cualquier frenada.
Y a todo esto, las luces que pocas veces tomamos en cuenta deben ser chequeadas con relativa frecuencia, tal vez cada seis meses, recambiando el faro quemado o alineando todo el juego de luminarias para que alumbren la pista como se debe.
Recuerda que el exceso de autoconfianza es el peor consejero cuando uno se encuentra al timón de un vehículo, y que, en tempos invernales con neblina y alta humedad en las pistas, hay que andarse con cuidado para evitar los accidentes.
◼ Más de Lewis Mejía:
OPINIÓN | Lewis Mejía: "Por el Día de la Madre"