OPINIÓN | Lewis Mejía: "Las festividades que se nos vienen"

Debido al trabajo, los estudios, las labores del hogar y otras responsabilidades cotidianas, casi sin darnos cuenta hemos llegado al último fin de semana del mes de noviembre del año 2020.

Eso quiere decir que nos separan unos 30 días para el año nuevo 2021, y lo que todo eso significa en cuanto a celebraciones, reuniones de despedida y otras actividades para compartir con los seres queridos.

Sin embargo, la pandemia del coronavirus nos ha marcado la pauta en cuanto a las medidas de bioseguridad que debemos tener en cuenta para evitar el contagio, incluyendo el distanciamiento social.

Al respecto, es preciso tener en cuenta que el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) ha puesto en marcha su plan de seguridad para estas festividades.

El plan operativo de atención a emergencias por los días festivos a la Navidad y Año Nuevo 2020, de la Comandancia Departamental de Lima Centro, por ejemplo, tiene la finalidad de estar prevenidos y dar respuesta oportuna ante posibles escenarios de incendios, accidentes, debido a la implicancia que trae el movimiento de grandes cantidades de personas, de transporte público y del comercio ambulatorio.

Instalación de toldos, carretas, unidades vehiculares antiguas, así como el empleo de cocinas a gas, eléctricas, a carbón, etc., entre otras actividades, se empiezan a concentrar en sectores comerciales donde existe gran cantidad de gente.

En ese marco, si eres comprador, se recomienda evitar las aglomeraciones y siempre tener presente cuál es la ruta de escape más cercana y rápida a tomar en caso de una emergencia.

Es muy importante no acudir a estos centros comerciales con niños, es mejor dejarlos en casa, pero siempre en compañía de un adulto responsable -jamás los dejes solos o a cargo de la abuelita u otro adulto mayor-.

Si, por el contrario, eres comerciante, debes entender que la seguridad tiene que formar parte de su actividad, sea esta productiva o brindando servicios, para que tú, tus colaboradores y tus clientes puedan sentirse bien al acercarse a tu negocio.

Paralelo a estos riesgos, también está la preocupación de las viviendas con más de 50 años de antigüedad, hechas de quincha, adobe o madera, que por el tiempo transcurrido presentan probabilidades de derrumbes e incendios, como ya ha sucedido en anteriores años.

Lo de los derrumbes es por el sobrepeso que tienen en pisos altos, o en los balcones antiguos, que con frecuencia terminan siendo recargados por muebles y otras cosas en desuso.

Aprovecha este fin de semana para retirar los materiales inflamables, como sillones viejos, y liberar las escaletas y pasadizos de aquellos objetos que en caso de un sismo o incendio dificulten tu salida.