02/01/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Estoy seguro que todos los peruanos recordaremos al año 2020 como el año perdido. También y por supuesto lo recordaremos como el año de la pandemia, del encierro, del alejamiento, del miedo al contagio y de la muerte de miles y miles de compatriotas.
Pero muchos lo recordarán también como el año en el que tuvimos tres presidentes en diez días y que ninguno de los tres fue electo directamente por el pueblo. Obviamente el 2020 será recordado por los conflictos entre políticos y partidos, por las denuncias de corrupción, por la lucha entre los poderes del Estado y por ser un año en el que la mentira superó ampliamente a la verdad.
El 2020, tranquilamente lo podríamos recordar como el año de la incapacidad, de la decepción y del populismo barato.
Sin embargo, y siendo justos, la única diferencia del 2020 con el 2019, con el 2018 y con los últimos 25 años ha sido la pandemia, porque todos los demás aspectos negativos los venimos arrastrando desde hace varios gobiernos; y eso no lo podemos negar, así como tampoco podemos negar que fue en el 2020 cuando el país batió todos los récords de incompetencia y de falsedad.
Ahora, en los primeros días del 2021, todos nos deberíamos preguntar si aprendimos la lección que nos dio el año que se fue y si seremos capaces de transformar el nuevo año como el año de la esperanza, como el año en el que lo verdadero le gane a lo falso, como el año del cambio hacia el bienestar, la tranquilidad y la recuperación.
Muchos se preguntarán ¿Y qué haremos para que las cosas cambien? La respuesta es simple: No hagamos lo mismo de siempre, no elijamos a los mismos de siempre, no pisemos el palito como siempre.
Este 2021 si modificamos nuestra forma de elegir lo recordaremos como el año en el que nuestro Perú recuperó la confianza y la esperanza.
Tenemos una oportunidad histórica para salir con la frente en alto, para que los jóvenes se hagan parte de la construcción del futuro y para que nunca más volvamos a sentir vergüenza de aquellos a los que elegimos.
Los peruanos en este 2021 podremos dejar el 2020 como un mal recuerdo y como la enseñanza de lo que no debemos hacer, y menos creer.
Hagamos juntos que el 2021 sea un año de verdad, con un nuevo gobierno y un nuevo Congreso de verdad.
Trabajemos por el Perú.