OPINIÓN | Dennis Falvy: "Política económica y la teoría del MMT"
La “Política Monetaria es ejercida por el Banco Central vía créditos, manejos de la cantidad de dinero y una serie de herramientas para la inflación y la estabilidad monetaria, lo que es el objetivo que le marca la Ley Orgánica, al Instituto Emisor; además de prestamista en última instancia.
La Política Fiscal está a cargo del Gobierno, a través de su Ministerio de Economía y Finanzas y tiene como objetivo la estabilidad económica vía impuestos, el gasto público y con el presupuesto como herramienta, así como el endeudamiento. Todo ello, enmarca esos objetivos.
Hay entonces confusión cuando se dice que la deuda pública ha trepado a un 35% de un PBI estimado de USD 231,000 millones, pues ello desconoce otras deudas corporativas y por lo menos en contingencias, así como la colocación reciente de lo autorizado por el DU 051 2021 para bonos en que una cuarta parte es en bono a 100 años.
◼ En rigor entonces
La política monetaria es “expansiva” cuando se aumenta la oferta de dinero emitiendo por su señoreaje o mediante “Repos”, que son acuerdos de recompra de carteras bancarias o bonos de empresas.
La política fiscal es atendida por el MEF para asegurar y mantener la estabilidad económica, mediante impuestos, control del gasto público y el endeudamiento del gobierno.
El Presupuesto Público, es su herramienta y el manejo, y el dejarlo incólume en sus monto, tamaño y gastos corrientes pre pandemia ha sido una “metida de pata”.
El stock de billetes, moneda y dinero a la vista, ha tenido un crecimiento anual de 67% y ha superado al stock de depósitos a plazo, que han decrecido 5% en ese mismo periodo.
La caída de la tributación en 48%, como consecuencia de la prolongada cuarentena, es acompañada con reducción de gastos de capital en 72%, mientras los corrientes han caído solamente 8% revelando la absoluta falta de gestión del gobierno de Vizcarra, que no supo cómo manejar el tema del enorme desempleo que se ha generado en el país y que son como de 3 millones formales e informales.
◼ Impuestos y empleo
La caída recaudatoria de parte de la Sunat ha disparado el déficit fiscal. El BCRP ha inyectado liquidez al sistema, con línea de crédito a los bancos para que estos a su vez presten a las empresas, bajo dos Programas Reactiva.
El problema es que no se ha generado una adecuada demanda agregada para consumo e inversión, y ello si estas no venden lo suficiente, no estarán en condiciones de repagar los préstamos incurridos y se generará un ciclo vicioso. Un ejemplo es el turismo receptivo que nadie prevé un recupero al menos en 2 años y tal vez más.
Otro punto es el empleo, el leit motiv. Hay sectores que se morigerarán o desaparecerán mientras no se domine al Covid-19, lo que es una cruda realidad que incide sobre la demanda agregada y por ende la recesión.
Lo que pasa en el exterior y concretamente en los estados financieros es un divorcio entre Wall Street y Main Street, donde el dinero fiduciario en cantidades enormes emitidos por la Fed y los estímulos fiscales van al mercado financiero inflándolo.
◼ Discusión por MMT
Hay quienes reclaman la Teoría Monetaria Moderna (MMT) que tiene su origen en fisuras doctrinales y es heterodoxa exigiendo que países que impriman su propia moneda ignoren la Deuda/PBI, se respalden con su banca central y su déficit se mantenga hasta normalizar inflación y empleo.
Un gobierno que imprime y toma prestado su propia moneda no puede quebrar, ya que siempre puede “crear” más dinero para pagar sus acreencias.
Los gobiernos deberían usar sus presupuestos para gestionar la demanda y mantener el pleno empleo; tareas que la política monetaria actual encarga a los Bancos Centrales.
Aumentar el gasto cuando la economía está ya a su máxima capacidad puede llevar a un rápido aumento de la inflación. El propósito de los impuestos, en este caso, sería mantener bajo control la inflación. El gasto sería el acelerador y los impuestos el freno. Los déficits fiscales serían irrelevantes mientras el desempleo fuese bajo y los precios se mantuvieran estables.
Para sus defensores, décadas de intervención estatal, impulsadas por políticas económicas neo keynesianas, nos han llevado al borde del mayor abismo económico desde la década de 1930, y posiblemente mucho peor. Y, la herramienta favorita de gestión económica de MMT, es la moneda fiduciaria, la que seguramente estará con nosotros por no mucho más tiempo. Es todo un albur ello.