La Libertad: Más de 300 pobladores acudieron a fiesta patronal y ahora la mayoría está bajo sospecha de COVID-19

Continúa la imprudencia en las regiones del país. Más de 300 pobladores fueron captados mientras bailaban y bebían en una fiesta patronal que se realizó en una losa deportiva de la localidad de Aricapampa, distrito de Cochorco, provincia de Sánchez Carrión (La Libertad).

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En esta zona del ande liberteño pareciera que los pobladores ya cuentan con su propia vacuna contra el coronavirus o alguna fórmula que los hace vivir despreocupados frente a un virus, que -a la fecha - ha cobrado la vida de 38 213 compatriotas, según el último reporte de la sala situacional publicado por el Ministerio de Salud (Minsa).

La fiesta se llevó a cabo el pasado lunes y duró más de un día, en el lugar hubo más de 300 personas congregadas que, sin ninguna preocupación, bailaban sin mascarillas y sin respetar el distanciamiento social.

Durante la flamante celebración, más de uno ignoraba los protocolos de bioseguridad, pues, a juzgar por las imágenes, nadie usaba mascarilla y las cajas de cerveza se convirtieron en protagonistas para hacer olvidar que, a tan solo unas horas del lugar, en Trujillo la cifra de fallecidos por COVID-19 incrementa día a día.

Lo que más llamó la atención fue que ninguna autoridad regional ni la Policía Nacional del Perú tuvo conocimiento de la fiesta, a pesar de que la actividad deportiva y la fiesta fueron transmitidas por Facebook.

◼ Repercusión

Para el gerente regional de Salud, Dr. Fernando Padilla, estas celebraciones masivas pueden repercutir gravemente en la salud de la población del ande liberteño, puesto que, tras la fiesta, todo un pueblo ha quedado expuesto a un contagio comunitario de coronavirus.

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Al ser consultado por Exitosa, el experto señaló que, tras la flexibilización de las medidas restrictivas, en la región se han observado constantes aglomeraciones en mercados, bancos, establecimientos comerciales, entre otros lugares donde la población se expone a contraer el virus; una situación que posteriormente origina un colapso del sistema sanitario regional.

“A veces nuestro comportamiento (repercute en los contagios). Tenemos tantas costumbres y hábitos que llegamos a olvidar la importancia de mantener los cuidados necesarios; producto de este tipo de actividades tenemos incremento en el número de casos”, explicó.

Las alarmas en el ande liberteño están encendidas, pues las costumbres permiten que se organicen fiestas y en zonas alejadas, donde seguramente muchas celebraciones masivas serán realizadas en la clandestinidad. Por eso solo falta apelar a la consciencia de la población para que en este nuevo año se cuide a sí misma.

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