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COVID-19 | Río de Janeiro cierra sus playas, debido a que la pandemia está fuera de control en Brasil

El alcalde de Rio de Janeiro, Brasil, anunció el cierre de las playas hasta el lunes, en un intento de frenar la propagación del COVID-19
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20-03-2021

Este fin de semana, se conoció que el alcalde de Rio de Janeiro anunció el cierre de las playas hasta el lunes, en un intento de frenar la propagación del COVID-19, que está fuera de control en todo Brasil.

El país que preside Jair Bolsonaro atraviesa el peor momento de la pandemia, con los hospitales de varios estados colapsados y una campaña de vacunación aún incipiente.

El promedio de muertos diarios en siete días se duplicó en el último mes, pasando de 1.039 el 19 de febrero a 2.173 el viernes, en este país de 212 millones de habitantes. El balance arroja más de 290.000 muertos, superado solo por Estados Unidos.

De los 27 estados brasileños, 25 tienen una ocupación igual o superior al 80% en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

La tasa de ocupación de camas de UCI en Rio es de 95%, según las autoridades. La capital turística del país tenía el jueves 620 pacientes internados en centros de terapia intensiva de la red pública, un récord desde que fue detectada la enfermedad en el país en febrero de 2020.

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La situación es "muy crítica", resumió el alcalde de Rio, Eduardo Paes. A partir del sábado, estará prohibido permanecer en la playa para hacer deporte, tomar sol y cualquier actividad comercial. También se prohibirá el ingreso de buses turísticos a la ciudad.

Las autoridades ya habían prohibido el 5 de marzo el funcionamiento de bares y comercios después de las 21:00 horas y un toque de queda que iba de 23:00 a 05:00 horas.

Sao Paulo, la capital económica y financiera del país, anticipó una serie de feriados para reducir la circulación y exhortó a evitar viajes hacia las ciudades costeras.

Las medidas de combate ante la COVID-19, adoptadas en orden disperso por gobernadores y alcaldes, no han sido suficientes para controlar la segunda ola de la pandemia ni para convencer al presidente Jair Bolsonaro de la necesidad de reforzar el aislamiento social.

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