13/12/2020 / Exitosa Noticias / Exitosa perú / Actualizado al 09/01/2023
Piura. Son jóvenes que llegaron hasta el fondo del círculo vicioso del alcohol y la droga, y que -en su mayoría - fueron rechazados por la sociedad. Ahora quieren cambiar el rumbo de su vida porque han entendido que, poco a poco, van perdiendo la confianza de quienes los quieren: sus familiares y amigos.
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Estos jóvenes, quienes prefieren guardar su identidad, le cuentan al equipo de 'Exitosa Piura' sus experiencias en el submundo de la droga. En algunos casos llegaron a fumar el estupefaciente e incluso tuvieron que robar para obtenerla.
“Para consumir [estupefacientes] yo robaba o me ponía a vender drogas. Incluso le he robado a mi propia familia”, cuenta un joven en rehabilitación.
Muchos han perdido a sus familiares por el consumo del alcohol e incluso cuentan que, tras beber, solían “nublarse” hasta llegar al punto de faltarle el respeto a sus seres queridos.
“Tenía adicción al alcohol y hacía de todo por seguir bebiendo. Ya no me importaba lo que vivía mi familia e incluso dejé de vivir con ellos [...] Hace poco tuve discusiones con la mamá de mis hijos por mi consumo, me gustaba hacer muchos problemas en la calle cuando iba a ver mis hijos; ya era una persona que no generaba respeto”, nos cuenta otro paciente en vías de recuperación.
El consumo de alcohol es un paso para llegar a las drogas y se ha asociado a diversos problemas familiares, la curiosidad y hasta la presión de los amigos, en algunos casos hasta han llegado a perder sus trabajos y a sus seres queridos.
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“Yo empecé consumiendo alcohol y fumando cigarrillos desde los 14 años. Mi consumo era muy progresivo y a los 18 comencé con la marihuana y luego con la pasta”, señaló otro paciente.
Según estudios actuales, los adolescentes son obligados a consumir la droga por presión de los amigos; empiezan con la marihuana hasta el borde fumar días seguidos y quedándose al extremo de dormir en la calle.
◼ Cambio
Tras ver el rechazo de la sociedad y de sus familiares, más de 55 jóvenes tomaron consciencia que la droga es una enfermedad que se debe tratar. Por ello ingresaron a la comunidad terapéutica 'Restauración y Cambio', ubicado en el AA.HH. 'La primavera, en distrito de Castilla (Piura).
Aquí el terapista es un ex adicto que, con la experiencia y las capacitaciones recibidas, entiende la enfermedad y puede darles a los jóvenes las herramientas para poder salir de este círculo vicioso.
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Usted debe haber visto muchas veces historias de los drogadictos que terminan en los llamados 'huecos' o 'fumaderos', hombres que se perdieron en su adicción y que viven en la calle tras perderlo todo: el trabajo, la familia, la pareja, los hijos y sus esposas.
Sin embargo, luego de tomar un decisión firme frente a su adicción ahora se refugian en la palabra de Dios para poder recobrar el camino y aconsejan a otros a no seguir tal rumbo.
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