28/12/2020 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Los pirotécnicos iluminan el cielo y son característicos del Año Nuevo, pero también resultan una verdadera pesadilla para las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), sobre todo para los niños y niñas. Especialistas detallan el impacto que tienen estos artefactos en este grupo y cómo ayudarles a sobrellevar las celebraciones.
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Julissa Castro, médico psiquiatra del Hospital Víctor Larco Herrera del Ministerio de Salud, estimó que las explosiones de los fuegos artificiales atormentan al 95% de los niños con autismo. “Estos pequeños tienen un funcionamiento cerebral muy distinto al de otras personas: son más sensibles a los sonidos que perciben”, sostuvo.
◼ Pueden sufrir convulsiones
El estruendo causado por estos artefactos genera un alto nivel de ansiedad y estrés e incluso, pueden causarles las llamadas crisis; es decir, episodios en los que se ponen tensos, lloran, gritan y se tapan los oídos. También pueden llegar a autolesionarse o presentar convulsiones.
◼ ¿Qué hacer en estos casos?
Reservar un ambiente en la casa con luz baja y donde no se filtren los ruidos para que, en caso de que se muestren muy ansiosos o irritables, acudan a este espacio para sentirse seguros o calmarse.
Debe acompañar al menor alguien de su entera confianza, como los padres, un hermano o hermana, el abuelo o incluso su cuidador. Esta persona debe trasmitir serenidad y utilizar recursos para distraerlo.
Los audífonos que cubren todo el oído son ideales para que los niños con autismo escuchen música relajante y pueden sentirse mejor durante las celebraciones de Año Nuevo.
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