Conoce 5 formas de reconocer un lunar peligroso y evitar el melanoma
Las personas por lo general no le prestan mucha atención a un nuevo lunar en el cuerpo, pues consideran que no existe ningún riesgo. Sin embargo, es importante chequear constantemente estas manchas para detectar a tiempo alguna variación y así evitar el temido melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo y mortal.
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“Es importante consultar y asistir con un médico cuando un lunar que ya teníamos empieza a picar, doler o sangrar”, señaló el cirujano oncólogo de Cabeza y Cuello de la Liga Contra el Cáncer, Carlos Salazar. A continuación, compartió cinco sencillas claves para reconocer un lunar sospechoso.
◼ ABC para detectar el cáncer:
Asimetría: Si las dos mitades del lunar se ven muy distintas, podría tratarse de una mancha maligna. Recomiendan acudir con un dermatólogo.
Bordes irregulares: Prestar atención a los bordes, debido a que los lunares causados por el cáncer de piel pueden tener borden irregulares.
Color: Observar si el lunar tiene varios colores. Según expertos, los lunares muy oscuros o rojizos pueden ser sospechosos y requieren una evaluación.
Diámetro: Aunque muchos lunares peligrosos tienen un tamaño reducido, también se convierten en sospechosos cuando son mayores de 6 milímetros.
Evolución: Revisar si los lunares cambian con el tiempo. Se aconseja hacerlo cada mes, de ser posible con ayuda de otra persona, para verificar zonas inaccesibles como la espalda.
◼ ¡No te obsesiones!
Salazar remarcó que la mayor parte de los lunares son benignos “y lo serán así toda la vida”. Bajo esta línea, dijo que la autoexploración debe ser más en el sentido de conocer cómo es tu cuerpo en lugar de obsesionarse.
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