01/03/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Parece un chiste como los medios y los periodistas enajenados, siguen denominando como “golpe” al corto gobierno de Merino, que fue producto de una sucesión constitucional, en su condición de presidente del Congreso; y no le adjudican el mismo calificativo al régimen de Sagasti, que es igualmente resultado del mismo procedimiento, en tanto que llegó a Palacio, precisamente por ser también presidente del Parlamento.
El proceso, el mecanismo, la vía, fue la misma en ambos casos. Sin embargo, condenan con todas sus fuerzas del odio al tumbesino, porque les iba a quitar el injustificado exagerado millonario pago publicitario. Y por eso, hicieron lo indecible para tumbarlo. Y lo consiguieron haciendo una desalmada campaña propagandística nunca antes vista, concertándose diarios, radios, televisión y redes, soliviantando a la población, principalmente jóvenes. Para “oponerse a la vacancia (ahora más comprobada que antes) por “incapacidad moral” del cobarde, miserable, traidor, incapaz y corrupto lagarto-rata que perpetraba el poder.
No consiguieron mantener a Vizcarra. Pero sí lograron poner a su sucesor. Un militante del Partido Morado que era entonces la Bancada que defendía con todo al gobierno. Increíblemente, una minoría (menos al 10%) junto con los rojos de la bancada del Frente Amplio lograron hacerse con Palacio de Gobierno y el Palacio Legislativo. Justo se cumplen 100 días de un régimen continuista, que es la prolongación de la ineficiencia y la corrupción, la indolencia y la falta de empatía, del anterior. No han criticado ni marcado distancia. Siguen los mismos funcionarios.
El gabinete no es de amplia base, ni representativo; sino morado caviar. Está integrado por personajes de menor calidad que los ministros de Merino. Pero lo más grave, es que no están cumpliendo con lo que deben hacer. Siguen manejando mal la crisis sanitaria. No compraron plantas de oxígeno, la gente sigue muriendo. Menos mal que algunas empresas están apoyando. Y la iniciativa popular. Tenemos que aceptar el regalo de Chile. Tampoco las vacunas. En una posición ideológica tonta y torpe, se oponen a que los privados puedan importar.
Tampoco gestionan bien la crisis económica y social. Sigue la quiebra de empresas, la desocupación, la miseria y el hambre. Tampoco garantizan idoneidad y transparencia en el proceso electoral.
En 100 días más de lo mismo. Siguen gobernando los mismos izquierdistas marxistas bajo el ropaje caviar, rojo y morado.
Tienen el control y manejo de las entidades públicas más importantes del país. Su objetivo es seguir siendo funcionarios perpetrando al Estado. Para ello, cuentan como aliados a los medios de comunicación y periodistas, a estudios de abogados y ONGs.
Ellos son el poder real y efectivo. Y los responsables de la incapacidad, inmoralidad, indolencia y carencia de empatía. Debieran ser investigados y juzgados por delitos de lesa humanidad y traición a la patria. Por su culpa siguen muriendo miles de personas, que se han podido evitar. Se impone la constitución de una Comisión de la Verdad sobre la Pandemia.
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