OPINIÓN | Manuel Altamirano: "77 millones para discriminar y desinformar - Parte II"

Al parecer en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) se estarían moviendo intereses para beneficiar a pocos. Actualmente a cargo de la gerencia de fondos partidarios se encuentra una especialista en género con cero experiencia en lo referente a la supervisión de fondos partidarios, conocida por ser la encargada de recaudar fondos para la campaña de Susana Villarán. Ella tiene la ventaja de tener una participación política abierta y sin nadie cuestionando su designación, caso contrario sucedería con cualquier otro funcionario sin padrino o sin chalina verde, ¿dónde estuvo la neutralidad cuando la asignaron al cargo?

Esta misma funcionaria, Margarita Diaz Picasso, es la misma que promueve el uso del portal “Claridad” sin informar a la opinión publica si dicho portal está auditado o no, a pesar de habérsele solicitado la respuesta en reiteradas ocasiones. Recordemos que en el año 2017 se cuestionó el software de la ONPE “voto electrónico no presencial”, y esta institución mintió a la ciudadanía al asegurar que su software estaba auditado por la Organización de Estados Americanos (OEA), hecho que fue desmentido por el propio organismo, con lo cual se confirmó que la ONPE mentía.

Señora Diaz Picasso, ¿está o no está auditado el software “Claridad”? Además, ¿solo 15 minutos de capacitación son suficientes para el correcto uso de esta plataforma? ¿usted lo aprendió a utilizar en solo 15 minutos para que haya destinado ese tiempo a los medios de comunicación y agrupaciones políticas?

Son 77 millones de soles destinados para la difusión de los planes de gobierno y de la franja electoral, donde los peruanos podremos informarnos de las ideas y planes de los partidos políticos, las cuales serán puestas en práctica en caso de que ganen las elecciones, pero es un anhelo casi muerto desde el inicio ya que “Claridad” no demuestra seguridad ni eficacia.

La difusión de los planes de gobierno de manera equitativa y el acceso que todos los peruanos debemos tener a dicha información para poder decidir nuestro futuro como país está en peligro, es de suma importancia garantizar la equidad de armas entre los partidos políticos, sean estos nuevos o no, pero la naturaleza del corte único para la publicidad se ha perdido, esta especie de mercado persa promovido por la ONPE, sin fundamento técnico, solo está generando desorden, provocando que el dinero destinado a la publicidad electoral sea desperdiciado y no se cumpla el objetivo de tener a la ciudadanía informada.

Nosotros como sociedad necesitamos estar informados, más aún de las propuestas de los candidatos presidenciales y sus planes de gobierno, y así entregar nuestro voto de manera adecuada, pero con este panorama no nos será accesible ya que funcionarios mediocres no saben lo que hacen.

Este manejo de la franja electoral, a través del portal “Claridad”, le da a una institución pública como ONPE hacerse de un poder inmenso, ya que la forma en cómo se repartirá la publicidad estatal a los canales de televisión y a las radios no tendrán sustento técnico, poniendo en peligro la transparencia y neutralidad en la negociación de los involucrados, con posibles compras editoriales a cambio de la adquisición de espacios publicitarios, y si todo empeora, echarle la culpa a un software sin auditar, a pesar de que las normas de adquisiciones públicas establece que toda contratación requiere sustento técnico que avale el gasto responsable del dinero del Estado.

Esto no es un juego, lo que está en peligro es nuestra frágil institucionalidad democrática, son 77 millones de soles en publicidad electoral que se pueden ir por el retrete debido a la irresponsabilidad y la falta de tino de algunas autoridades de ONPE, que creen que los partidos políticos tienen sus centrales de medios, de querer delegar funciones y no tomar responsabilidades, o que creen que la danza española es más importante que atender su gerencia.

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