28/10/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
En reiteradas ocasiones hemos mencionado que el país afronta momentos muy difíciles, agravados por la pandemia del coronavirus que ha dejado a millones de peruanos sin trabajo y una terrible crisis económica que costará mucho tiempo resolverla. Pero esta situación se torna más dramática porque nuestras autoridades del gobierno están concentradas en defender todos los días al presidente Martín Vizcarra de las denuncias de corrupción que han surgido del Ministerio Público, por supuestas coimas que habría recibido el mandatario cuando fue gobernador regional de Moquegua.
Y de los problemas de falta de empleo, educación, salud y otros no se dice nada. Ayer advertimos el terrible problema de inseguridad que crece día a día, tal como lo indican las cifras de la propia Policía Nacional, que 50 personas son víctimas de los delincuentes cada hora en el país, es decir 1,200 por día.
Hoy han puesto a las Fuerzas Armadas en medio de este problema que es político, cuando según la Constitución las instituciones castrenses no son deliberantes.
En una entrevista dominical el premier Walter Martos reconoció que no son deliberantes, pero al mismo tiempo dijo que las Fuerzas Armadas no permitirán que se rompa el estado de derecho, cuando le preguntaron por la moción de vacancia que se ha presentado en el Congreso contra el presidente Vizcarra, lo cual le ha costado serias críticas e incluso pedidos de censura.
Ayer el presidente Vizcarra volvió a los mismo y pidió que no se manoseen a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, un día antes aprovechó una ceremonia estrictamente castrense para pronunciar un discurso político, en su defensa ante las denuncias en su contra y el pedido de vacancia.
Es lamentable que, a pocos meses de culminar este quinquenio, que incluye los gobiernos de Pedro Pablo Kuczynski y el de Martín Vizcarra, el país siga sumido en una grave crisis económico-social, que no se haya realizado ninguna obra trascendente y los peruanos sigan padeciendo la falta de trabajo, que la educación y la salud pública continúen en una situación deplorable y que la delincuencia tenga al país en zozobra, acrecentándose cada vez más.
Por eso, es muy importante que los peruanos mediten bien el voto que emitirán el 11 de abril en las urnas para elegir al próximo presidente de la República y a 130 congresistas. Lo ocurrido en este último quinquenio, y en anteriores gobiernos, no debe repetirse. Necesitamos gobernantes que se la jueguen por el pueblo, con honestidad, vocación de servicio al país, y con propuestas concretas para resolver los graves problemas. Ya es hora de cambiar.