OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Hay cosas por aclarar"

La firma de la Proclama Ciudadana, Juramento por la Democracia, por parte de los candidatos Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori, ha dejado algunas cosas que deben aclararse para evitar suspicacias y malentendidos que pueden ser utilizados para conveniencia de una de las partes.

Una de ellas es el punto 3 del documento, en que los candidatos se juran dejar el poder después del 28 de julio de 2026 y no buscar ni intentar ningún mecanismo de reelección. La segunda parte de este compromiso está claro, pero la primera ¿por qué después y no el 28?

El mandato presidencial culmina el 28 de julio de 2026, el jefe de Estado saliente abandona el Palacio de Gobierno antes de que su sucesor juramente el cargo en el Congreso de la República, por tanto, debió decir que juran dejar el poder el 28 de julio de 2026.

Y hacemos esta observación porque ya hemos tenido experiencias pasadas, como la famosa interpretación auténtica que permitió la re-reelección, argumentándose que el presidente era elegido bajo una nueva Constitución y por tanto el periodo anterior no podía contabilizarse. Decir después del 28 de julio 2026 deja abierto al infinito, y puede ser utilizado por cualquiera de los dos candidatos que llegue al poder tras la votación del próximo domingo 6 de junio. Recordemos también que en una de las partes en contienda electoral, se escuchan voces de si llegan al poder, no lo dejarán.

Ayer preguntábamos, en esta columna bajo el título “Que no sea otro saludo a la bandera”, ¿qué garantiza el cumplimiento de los 12 compromisos suscritos por los dos candidatos? Y hacíamos la pregunta porque estamos cansados de políticos que no cumplen sus compromisos ni promesas electorales, y por eso el país exige cambios profundos para salir de esta crisis sanitaria, económica, política y social, agravada por la pandemia del coronavirus.

Otro compromiso suscrito es que “cualquier cambio y/o reforma, incluida la de la Constitución, solo se hará a través de los mecanismos constitucionales vigentes y en respeto al Estado de Derecho”. Sin embargo, el mismo día que se firmó la proclama, y ayer también, uno de los candidatos reiteró su propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución Política del Perú. Ha quedado en claro que nuestra Carta Magna no contempla esta figura, por lo que es necesario que aclare cómo hará para aplicar esa promesa electoral.

Algo que no ha sido considerado, y debió hacerse, es que los candidatos acepten democráticamente el resultado de la votación del próximo 6 de junio, para que desde entonces se haga el proceso de transferencia de gobierno de manera ordenada.

Por todo ello es importante que, en los próximos debates, los candidatos y sus equipos técnicos precisen bien cómo aplicarán los cambios que hoy prometen. Estos puntos que mencionamos deben ser bien aclarados, por el bien del país y de nuestra democracia.

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