OPINIÓN | Lewis Mejía: "Los sismos para recordar"

Estamos tan preocupados en evitar el contagio con el nuevo coronavirus o Covid-19, en usar las mascarillas tapando la nariz y la boca, o en lavarnos las manos con jabón cada vez que se pueda y a desinfectarnos con alcohol, que casi nos habíamos olvidado que nuestro país está ubicado en una zona altamente sísmica.

Pero los recientes movimientos telúricos ocurridos en el sur peruano nos han hecho recordar que, también, debemos estar preparados ante un terremoto de regular intensidad.

De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro de todos los movimientos recientes se localizó al noroeste del distrito de Marcona, en la provincia de Nazca, y se sintió en toda la región Ica.

La noticia nos llama a preguntarnos cómo marcha el plan de seguridad de la casa, que toda familia debe haber elaborado y puesto en conocimiento de sus integrantes.

Un temblor puede sucederse -y de hecho ocurren muchos durante el día que ni sentimos por su poca intensidad- en cualquier momento, en el peor momento, más bien.

Y ante ese panorama, nos preguntamos: ¿qué es lo que podemos considerar para tener listo un plan de seguridad que nos podría salvar la vida en caso de un evento sísmico?

Lo primero es identificar los riesgos en casa, como la antigüedad de la construcción, las dificultades de llegar a la zona segura o la presencia de familiares con alguna discapacidad que les impida salir solos.

Y sobre eso, tomar medidas para reforzar la edificación, reconocer cuál es la ruta de escape y mantenerla libre de obstáculos, así como determinar el punto de encuentro seguro para todos.

La mochila de emergencias -hemos hablado tantas veces de ella- debe estar disponible para ser tomada casi al paso durante a la evacuación, pero antes es necesario revisar si tiene todo lo necesario.

Hablamos de alimentos no perecibles como galletas y enlatados, agua embotellada, linterna y una radio a pilas con dos recargas cada una, una manta, papel higiénico y pañales -si es necesario-, una navaja multiusos, encendedor o fósforos, papel y lapicero...

Si tienes familiares que requieren de medicación, como hipertensos o diabéticos, es mejor incluir las dosis para dos o tres días; y si son niños o adultos mayores, verificar si necesitan llevar pañales descartables.

Un sismo puede ocurrir a mitad de la noche. Ten a la mano las llaves de la casa o déjalas en un lugar accesible y conocido para todos.

Y trata de dormir con algo de ropa puesta, una recomendación inopinada, pero indispensable, considerando que salir en plena madrugada nos expone ante las enfermedades a las vías respiratorias que ahora debemos evitar.

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