24/10/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
A pesar de las campañas de prevención y la difusión de las medidas para evitar los accidentes, esta semana ocurrió otro incendio de grandes proporciones. Fue en un gran mercado ubicado en el sector de Canto Grande, en el distrito de San Juan de Lurigancho, uno de los más poblados del Perú.
Como resultado de este siniestro, alrededor de 200 tiendas comerciales quedaron incineradas y otra cantidad similar seriamente afectada. Con ellos, muchos puestos de trabajo se hicieron prácticamente humo.
Stands de artículos de ferretería y de venta de comida fueron pasto de las llamas junto a peluquerías, bazares, tiendas de ropa y celulares, y también de electrodomésticos.
Ante el dantesco panorama, la desesperación de los comerciantes afectados era contagiosa. Muchos quisieron ingresar al lugar, a riesgo de sufrir quemaduras, para rescatar lo poco que se había salvado. Otros, para observar desolados las cenizas y fierros retorcidos de lo que antes eran mercadería, anaqueles y exhibidores de su negocio familiar.
Los Bomberos Voluntarios Lograron sofocar el fuego sin control después de varias horas de valeroso desempeño profesional.
¿Cuáles fueron las causas de esta emergencia que solo ha traído tristeza y desempleo...?
La principal fue la negligencia, la irresponsabilidad, la falta de cuidado en lo que uno hace. Es decir, no tener presente la importancia de la prevención todos los días, en todo momento y en todo lugar.
Por eso, las lecciones que todos debemos sacar de este drama son muchas.
Pero las más importantes son evitar la acumulación de materiales inflamables, las conexiones eléctricas clandestinas o defectuosas. Tener en la tienda un extintor de PQS, preferentemente, debidamente cargado; y saber usarlo. En síntesis, tener una perspectiva de prevención de accidentes y emergencias, para desastres como este no vuelvan a repetirse.
El impacto en la economía de centenares de familias que han perdido sus puestos comerciales es tremendo. Será difícil recuperarse de este golpe, pues como muchos comerciantes lo decían, tienen deudas con sus proveedores.
Otros, cargan con créditos bancarios que deben honrar, y que ahora no lo van a poder hacer ante todo lo perdido.
Un grupo de jóvenes emprendedores podrá empezar de nuevo, pero la mayoría son adultos o adultos mayores que hicieron de este mercado su forma de vivir.
En tiempos de pandemia, los peruanos tenemos la urgente necesidad de trabajo, de generar ingresos para sostener a la familia.
Esta situación aporta una nueva dimensión a la importancia de evitar los incendios.
Esperamos que siniestros como el que aquí reseñamos sirva para que otros centros comerciales reflexionen y apliquen lo que siempre los Bomberos Voluntarios aconsejamos: Trabajar en un ambiente seguro, libre de riegos de accidentes, con capacidades de responder a cualquier emergencia.
Solo así vamos a dejar de poner tantos empleos en peligro de quedar arrasados por un incendio.