OPINIÓN | Lewis Mejía: "Alertas por la cuarentena"
Dentro de pocas horas, la inmovilización obligatoria empezará para los habitantes de aquellas regiones que se hallan en el “nivel extremo” por la pandemia de la Covid-19.
Hablamos de los pobladores de Lima, Callao, Áncash, Apurímac, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín y Pasco, quienes entre el domingo 31 de enero y hasta el 14 de febrero, deberán respetar esta medida.
Durante este periodo de dos semanas, quienes vivimos en esos lugares donde los niveles de contagio se han disparado peligrosamente, solo vamos a poder salir a la calle por poco tiempo y a pie.
Y exclusivamente para comprar alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad; y acaso para realizar gestiones ante las instituciones bancarias.
Todo lo demás, incluyendo los casinos y tragamonedas, gimnasios, cines, teatros, centros comerciales, galerías y tiendas por departamento, estará completamente cerrado.
En cuanto a los restaurantes, pollerías, pizzerías y demás, solo habrá atención por servicio “delivery” o a domicilio, lo que en el fondo significa que vamos a tener que cocinar en casa.
Esta es una situación que podría convertirse en riesgo para algunos hogares, sobre todo en aquellos donde hay poca costumbre de preparar las comidas y circular en la cocina.
Probablemente, y como ya ocurrió en la cuarentena del año pasado, los accidentes en casa tiendan a incrementarse, sobre todo debido a la fuga de gas, a la inflamación de las hornillas.
Para reducir estos peligros en el hogar, debemos actuar rápido, todavía tenemos unas horas para arreglar cualquier desperfecto en la cocina, verificando si la manguera del gas está en buen estado -sin grietas o dobleces- para reemplazarla por otra de mejor calidad.
De igual manera, una revisión de las instalaciones eléctricas, especialmente aquellas que nos sirven para utilizar las ollas arroceras, licuadoras, batidoras y tostadoras, no estaría demás.
Y siempre es recomendable encargar esta tarea a un electricista profesional, que es quien nos brindará la garantía de un buen trabajo, pues los improvisados y curiosos no siempre lograrán un buen nivel de seguridad en sus reparaciones.
Ollas, sartenes, platos, tazas y vasos, junto a los cubiertos y todos aquellos utensilios que son indispensables para preparar nuestras comidas, deben estar limpios y guardados en sus anaqueles.
Y alejados de la curiosidad de los niños, especialmente los objetos punzocortantes, como los cuchillos, trinches, sacacorchos, despepitadores y peladores de papas.
Antes de irte a descansar, supervisa que todo esté en su sitio, con los electrodomésticos que no uses debidamente desconectados y los recipientes con líquidos o comidas calientes bien asegurados para evitar que alguien sufra quemaduras.
Recuerda: en una situación de alto riesgo de contagio, como la que vivimos, sería fatal tener que ir al centro médico por una emergencia doméstica -un accidente en el hogar-, sobrecargando el trabajo del personal de salud y arriesgándonos a traer el virus a la familia. Quédate en casa, más vale prevenir.
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