08/02/2022 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Einstein, el más grande científico de la humanidad, dijo una vez “en los momentos de crisis la imaginación es más importante que el conocimiento”. Eso es clave para gobernar y la negociación resulta ser un ejercicio de imaginación, que hoy se practica muy poco. Aquí algo de imaginación para pensar la presente crisis.
Quizás el caso más extremo, de falta de imaginación, es el de Keiko Fujimori, quien, hace unos días, literalmente, pidió seguir el ejemplo de su padre, el dictador Alberto Fujimori, hoy preso, cuando renunció desde Bahrein en el año 2000. Esto es una falta abismal de sentido de la realidad, su padre abandonó el país para evadir a la justicia después de 10 años de un gobierno que cubrió de vergüenza al país. Así está la oposición. Keiko no tiene imaginación y conocimientos para negociar, solo predica la confrontación, que es la negación de la política.
En el otro extremo del espectro político, la falta de razón, destreza y sentido común del presidente, tiene que ver con características personales y culturales que reflejan hábitos de gestión contrarios al buen Gobierno. Más cerca del sindicalismo informal (recordemos que su experiencia gremial ha sido en un contexto de un gremio sin reconocimiento) y del clientelismo característico de esas organizaciones. Replicar estos patrones en el Estado ha resultado en cuoteo de puestos públicos, ausencia de modernidad, opacidad, ausencia de agenda estratégica, con la consecuencia de un gobierno a punto de caer.
La salida única e indispensable a la presente crisis es iniciar un proceso de reforma de la Presidencia. El comienzo, un cambio de premier y un gabinete con imaginación y conocimiento. Con fórceps más que sea.
Buena suerte al nuevo premier Aníbal Torres.
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