05/02/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La vacuna ha devenido en una entelequia, mientras cientos de personas mueren a diario por la pandemia. La fantoche ministra de Salud acaba de iluminarse al señalar que el “CONSUMO DE OXÍGENO ES EL PROBLEMA MÁS IMPORTANTE Y SU DEMANDA SE HA INCREMENTADO 200%”. Añadió que la aprobación de un decreto de urgencia permitirá viabilizar el trabajo alrededor del oxígeno. La pregunta cae de madura ¿Qué hizo desde el 19 de Julio en que asumió el cargo? Cuando miles de personas perecían en sus domicilios o en los pasillos de los hospitales por falta de oxígeno, fue la empresa privada, la sociedad civil y el clero que tuvieron que pasar el sombrero para adquirir las pocas plantas de oxígeno que están sirviendo a la población. En tanto, COMEX PERU en su informe sobre el gasto público, calcula que el gasto no ejecutado equivale a 8,000 camas UCI y 57,000 camas hospitalarias. Algunos califican esta situación eufemísticamente como incompetencia. ¡No señores, es perfidia! y resultan culpables en sumo grado Vizcarra, Sagasti y cortesanos. A pesar de tamaña desgracia, la somnolienta premier afirmó que no removería a la Mazzetti porque tiene experiencia y ha hecho un excelente trabajo, expresión realmente de “antología”.
Al margen, resulta una discusión bizantina sobre privilegiar la salud o la economía en tiempos de pandemia, no es una dicotomía, ambos aspectos son indisolubles; consecuentemente, la estrategia tiene que ser integral y dentro de un marco realista. Resulta perverso crear falsas expectativas a la población con el cuento de la vacuna, el primer millón de Sinopharm, que de suyo resulta insuficiente para inmunizar a la primera línea de combate contra el Covid-19, es lo único que hasta ahora parece seguro; el resto de la población empezará a vacunarse el 2022 y según el epidemiólogo Antonio Quispe, recién el 2024 se alcanzará a vacunar 9'000,000 de personas. En este contexto y en un país con 85% de informalidad, en que la gente vive el día a día para comer, con más de 30% de la población en situación de pobreza y 8% en extrema pobreza, no cabe una cuarentena fracasada, tenemos que aprender a convivir con el virus, en la nueva normalidad, las políticas del Gobierno tienen que estar orientadas a instruir a la gente en medidas de bioseguridad, movilizar a los gobiernos subnacionales, sociedad civil organizada, confesiones religiosas en la gran cruzada por la vida, que no es otra cosa que educar; para ello se requiere liderazgo; paralelamente, reforzar agresivamente todo el sistema de salud; abrir la economía 24 horas al día, por siete días a la semana.
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