30/10/2020 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
El título de la presente nota no pretende hacer un parafraseo de la famosa frase atribuida por algunos a Juan Tenorio de Zorrilla, ni una glosa para explicarla; contrario sensu, desnuda el panorama desolador que vive el Perú como consecuencia de la pandemia y de las medidas erráticas implementadas por el gobierno en materia social y de salud.
Veamos, en el Perú se impuso la más prolongada y draconiana cuarentena, gastos ingentes de recursos en el fortalecimiento de las acciones sanitarias para combatir el Covid-19; tal es así , que al mes de junio, se había ejecutado el 37.7% del presupuesto del sector salud; es decir, 4,081 millones, de los 10,534.5 millones presupuestados para el ejercicio, amén, de los 1,486.5 millones asignados para pago de personal contratado, compra de equipos , protección personal y medicamentos y otras partidas otorgadas mediante normas del Estado ( D.U. y R.S.). Pero ¿Cuál es el resultado? muerte y desolación; somos el país que ocupa el primer lugar en número de muertos por millón de habitantes, según las últimas cifras oficiales el saldo de muertos es de 34,250; pero es innegable que existe un subregistro, siendo lo real que el número de fatalidades ascendería a 90,000.
Recobra impacto el título de la nota, cuando el primer ministro Walter Martos mondo y lirondo señaló públicamente” que el 35% de la población ya se contagió con el Covid”, es decir que 11´419,110 se infectaron, circunstancia que provoca nuestra mayor indignación y repudio a la estrategia del gobierno, que ha estado signada de incompetencia y corrupción, medrar de los recursos destinados a la emergencia es crimen de LESA HUMANIDAD.
DE QUIENES SON LOS MUERTOS QUE VOS MATASTEIS, gran parte de ese sub registro son gente de los suburbios, de las comunidades nativas e indígenas; los más vulnerables y olvidados, pero también existe el subregistro de los NN, que no han sido declarados y enterrados a salto de mata en terrenos baldíos y descampados por no contar siquiera con recurso para comprar el pan de día, son totalmente desposeídos, no tiene bienes que suceder, más que su prole; y por lo tanto, su muerte no surte efectos jurídicos ¡total a quien le importa!. Lógicamente la culpa es de la pandemia, pero también de la indiferencia, la corrupción y del gobierno, NO HAY MAS VERDAD QUE LOS HECHOS MISMOS.