08/02/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Está claro que el fin de la pandemia que persigue todo el mundo es para evitar más muertes y en segundo lugar para reactivar nuestra economía.
El Banco Mundial ha informado que el mundo perderá 12 billones de dólares este año y si se lograra el fin de la pandemia un mes antes, el beneficio sería de 500 millones de dólares, esto se logrará con los recursos estatales y privados. También ha proyectado para América Latina una pérdida para el 2021 de 1,020 millones de dólares y si se logra un mes antes el fin de la pandemia el beneficio sería 42,000 millones de dólares para la región.
El Perú no puede esperar un programa regular de vacunaciones, porque recién cuando las vacunas demuestren su seguridad y eficacia se inicia la fabricación de las vacunas para atender primero a los países ricos, ubicando a América Latina en la cola de espera.
El Perú no puede comprar más vacunas con una gestión burocrática e ineficiente, donde sus funcionarios se preocupan en cumplir las normas y reglamentaciones sin pensar en las necesidades que tiene todo el país para no morir, por eso tienen miedo de realizar inversiones de riesgo porque se requiere comprar vacunas de emergencia, ya que están en el proceso de acreditar sus seguridad y eficacia para vacunar al mayor número de peruanos para reactivar nuestra economía.
Está claro que el fin de la pandemia se logrará vacunando a todos los peruanos, cuanto antes lo logremos ahorraremos para reactivar nuestra economía. Por ejemplo, en una fábrica de 1000 trabajadores si el 50% están enfermos, su producción bajará el 50%, pero si el 100% están sanos, su producción será el 100%, por eso tenemos que evitar que se enfermen las personas, especialmente la población económicamente activa (16 millones de peruanos).
Está claro que la gestión pública es burocrática e ineficiente y además estamos en el cuarto presidente del último quinquenio y hoy solo podemos exhibir la llegada de 300 mil vacunas que alcanzara al 5% de los peruanos. Esto muestra la incapacidad de gestión del Gobierno, porque los países vecinos ya se están vacunado en mayor número de personas.
Lo ideal sería transformar la gestión del Gobierno burocrático e ineficiente en un Gobierno empresario (OSBORNE Y GAEBLER) en donde sus funcionarios públicos muestren el éxito de su desempeño, no solamente por el cumplimiento de las normas y procesos sino por los resultados que estén orientados a satisfacer las necesidades de los ciudadanos (clientes). Si se centran en comprar las vacunas sería el fin de la pandemia, lo cual evitaría más muertes y se reactivaría nuestra economía.
Por eso creo firmemente que el fin de la pandemia se lograra REINVENTANDO LA GESTIÓN PÚBLICA, convocando al sector privado para aprovechar su experiencia en estrategias de negociaciones internacionales para conseguir más vacunas. Se debe convocar al sector privado para que puedan importar vacunas y vacunar al 30% de peruanos de manera voluntaria, que puedan pagar el costo de la vacuna, logrando de esta manera el ahorro del presupuesto del Gobierno para comprar más vacunas para aplicar al resto de peruanos de manera gratuita.
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