12/05/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La pandemia que sufrimos tendrá que terminar uno de estos días. Me preparo para visitar, dar la mano y abrazar a algunas de las personas que más quiero. Sin embargo, en estos días me cuido.
En abril del año pasado recibí la llamada de mi admirado y admirable amigo Ricardo González Vigil. Me pedía él que escribiera un relato sobre los días dolorosos que estábamos pasando, aunque eso fuera en nuestra calidad de testigos y no de víctimas.
El problema es que la llamada me llegó cuando yo estaba en una clínica atendido por un ataque del terrible virus, y no tenía gana alguna de que mis amigos se enterasen.
CUENTOS PERUANOS DE LA PANDEMIA, es la antología que ha producido González Vigil luego de llamarnos a unos treinta y seis narradores peruanos durante estos días oscuros.
Como se sabe, Ricardo tiene excelencia en todo lo que hace. Es crítico, antologador, editor, profesor universitario, y sobre todo poeta, un poeta excelente.
No recuerdo de qué argumentos se valió nuestro amigo para convencerme de escribir cuando todavía faltaban 2 semanas más para que me dieran de alta y yo pudiera salir de la clínica. Lo cierto es que tomé mi celular y comencé a grabar un sueño. Hablaba en ella de la propia experiencia en el momento en que el médico me reveló mi enfermedad.
Recuerdo que soñé con una muchacha delgada de ojos muy bonitos que parecía haber vivido toda su vida en una nube. Ella, sin que el médico se diera cuenta, me preguntó si quería ir al cielo.
-Me aprieta el cielo, respondí- y el médico se quedó asombrado porque pensó que era una broma mía. Cuando una de las enfermeras vino a preguntarme por mi edad, la chica me dijo:
-Dile que tienes ciento veinte años y que todavía te falta mucho para que yo venga por ti.
Delgada, intensa, loca e inventada, la Muerte me preguntó si estaba enamorado de ella.
-Claro que lo estoy porque estás loca, pero no te pido reciprocidad.
El libro ha aparecido con cerca de quinientas páginas pertenecientes a autores que mucho admiro. Me había abstenido hasta ahora de escribir un comentario, porque me da miedo tener miedo de la pandemia. Sin embargo, CUENTOS PERUANOS DE LA PANDEMIA es el mejor remedio de Ricardo para esperar felices los días saludables próximos a llegar.
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