07/05/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
La dicotomía entre la salud humana y las finanzas, que mueven a un controvertido mundo, parece que no van a acabar de manera ordenada, como es la esperanza de millones.
Toneladas de papel, videos y conferencias se han derivado de la burbuja del año 2008. En rigor, quebraron los bancos y las empresas, aseguradoras como la AIG.
Pero un montón se trastocaron en muertos vivientes, zombis.
Y eso ha sido una clara estrategia, con el auspicio de los Bancos Centrales.
Por ello, la flexibilización de las monedas fiduciarias que están allí desde que los EE.UU. rompieron el acuerdo del año 1944 en los inicios de los 70's con el tema petrolero y la creación de los valores de rentabilidad financiera fuera de su país y claro con la exuberancia irracional crearon hasta derivados, amparados en los petrodólares y el sistema Swift, entre otras macanas del poder.
Y las tasas de interés empezaron a bajar, la inflación del consumo como que se escondió y todo valía contra la depresión. Incluso hacer más ricos a los ricos en al menos los EE.UU. y satélites.
La deuda norteamericana ha crecido de USD 7.2 trillones con un PBI de USD 14 trillones en el 2008, a USD 21 trillones con un PBI de USD 20.5 trillones en el 2019. Y encima gobernó Trump.
Y así enormes cantidades de numerario sin respaldo, en esta era moderna es cuestión de agregarles los ceros digitales en las computadoras, y ¡voila!
Pero es una economía global quebrada y en deterioro. Donde Wall Street se ríe de Main Street.
Las deudas de las personas, las corporaciones y los países, ya no aguantan más. Y como el curso del crecimiento global sincronizado es sin más endeudamiento, se acaba el consumo en medio de una economía, cuya demanda alimentada por deuda, no puede sino contraerse.
Biden además del sine die de la Fed de Powell, habla de trillones de dólares para pleno empleo y una economía verde y un manejo del COVID-19. ¿Le creemos?
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