05/06/2021 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023
Hace poco, tres familias, 21 personas, fueron a almorzar en un restaurante en Guangzhou en la víspera del Año Nuevo chino. La habitación en que entraron todos, era sin ventanas. Más tarde, uno de ellos desarrolló fiebre y tos y, en un hospital, se le diagnosticó Covid-19. En dos semanas, se confirmó que diez de los 21 estaban infectados con Sars-cov-2.
Un análisis inicial propuso que la infección se había propagado a través de “gotitas” respiratorias, pero tales gotas, definidas como partículas expulsadas durante la respiración que tienen más de cinco micrones de diámetro, no pueden viajar más de un par de metros después de haber sido exhaladas. Y algunos de los que se infectaron durante el almuerzo estaban más lejos del paciente “índice”.
Este fue el primer evento de “súper propagación” registrado de la pandemia en que una persona infecta a muchas. Y, hay datos de más de 2,000 casos en lugares de los más variados, arguye The Economist y es el medio que más transmite la enfermedad en interiores y con poca ventilación.
Sars-cov-2 es un virus que viaja fácilmente por el aire, en contraposición a la creencia inicial de que los encuentros a corta distancia y las superficies infectadas eran los principales riesgos.
Lo de la distancia y mascarillas era un error. Se copió de la influenza. De ahí el consejo de desinfectar superficies y lavarse las manos con frecuencia.
Los de menos de cinco micrones pueden convertirse en aerosoles, permanecer en el aire durante horas y potencialmente viajar mucho más lejos que las gotas.
The Economist señala que el peor caso de superpropagación al principio de la pandemia fue el estadounidense en una práctica de coro en Skagit Valley, estado de Washington, en marzo de 2020. De las 61 personas presentes durante una reunión de dos horas y media, 53 se infectaron.
The Economist muestra un modelo en un artículo de Proceedings of the National Academy of Sciences.
Por ser este tema prioritario para todo, sugiero leer el artículo completo:
https://www.economist.com/science-andtechnology/2021/05/26/improving-ventilation-will-helpcurb-sars-cov-2
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