OPINIÓN | Dennis Falvy: "Detesto al fatídico y engañoso PBI"
Le tengo tirria al numerito del PBI. Y no es porque no sirva para nada. Sino porque lo usan analistas, políticos y legos por doquier inadecuadamente. Y entonces sube un mes por X razones, y, sin escarbar en todo lo que el contiene, los periodistas y opinólogos se despachan a sus anchas, incluso con los decimales.
El Producto Nacional Bruto (PBI) es un indicador “macro” que mucha gente lo asimila como bienestar para la economía de un país. A mayor crecimiento todos felices, señalan. Pero muchos parecen desconocer que su propio creador advirtió hasta en dos oportunidades importantes, que el PBI no es sinónimo de bienestar.
Su creador Simón Kuznets nació en Rusia en 1901 y emigró a los EE.UU. en el año 1922. Profesor de excelencia en diversas universidades norteamericanas, a él se le reconoce la creación del sistema estadounidense de contabilidad nacional y por ende la creación del indicador PBI. En el año 1934, en una reunión a la que fue invitado en su Congreso, el economista sentenció: “Es muy difícil deducir el bienestar de una nación a partir de la Renta Nacional”. Como quiera que economistas y políticos no le prestaron atención a la advertencia y más bien seguían equiparando la prosperidad al crecimiento del PBI per cápita, Kuznets en el año 1962 dijo con toda claridad y está registrado como comentario importante de él: “Hay que tener en cuenta las diferencias entre cantidad
y calidad del crecimiento, entre sus costos y beneficios y entre el plazo corto y largo. Los objetivos de mayor crecimiento deberían especificar de qué y para qué”.
Kuznets ganó en el año 1971 el famoso premio del Banco de Suecia en memoria de Alfred Nobel. Cuentan que siempre señalaba las enormes restricciones que él le encontraba a su creación como una medida de “bienestar” para cualquier país.
Otro Nobel, Joseph Stiglitz, manifestó que “El PBI solo compensa a los gobiernos que aumentan la producción material. No mide los cambios que afectan el bienestar, ni permite comparar correctamente el bienestar de diferentes países. Además, no toma en cuenta la depredación del medio ambiente, ni la desaparición de los recursos naturales a la hora de cuantificar el crecimiento”.
Hay más críticas:
a) No mide o lo hace mal, la informalidad, la denominada economía subterránea.
b) Mucho menos la corrupción y en el caso peruano, el tema de la minería informal y narcotráfico.
c) Hace caso omiso de la autoproducción y del trabajo que se realiza en hogares, en tanto ello no se comercializa en el mercado.
d) Tampoco mide los trabajos voluntarios, como el de quienes cuidan a terceros, los bomberos etc.
e) Hace caso omiso a problemas del medio ambiente.
Solo por el tema del medio ambiente se hizo un esfuerzo de ajustar el indicador en China. Pero el resultado se consideró "Políticamente inviable”. Tal vez habría que rescatar a Clemencau y parafrasearlo en el sentido que “La economía es demasiado importante para dejarla en mano de economistas y políticos".
El PBI es la suma de la producción de bienes y servicios finales de un país en su territorio, llevado a cabo por sus residentes, sean estos nacionales o extranjeros valuados a precios de mercado, tomando un año base y en un periodo determinado de tiempo.
En rigor hay hasta 3 métodos para el cálculo del PBI. El de la distribución del ingreso; el del Valor Agregado y el del Gasto. Este último es el más usado. Y el mismo se expresa en la siguiente fórmula:
PBI = C+ G + I + (X - M)
En donde:
C= Consumo Final Nacional
G= Gastos del gobierno
I= Formación Bruta de Capital
(X-M) = Resultado neto del Comercio Exterior
Ojo que un balance negativo en el comercio del país, juega consecuentemente en contra del PBI. Ojo también que cuando en 1992 se hizo el acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, Nafta por sus siglas en inglés) entre los estados Unidos, Canadá y México, el PBI de este país subió enormemente porque uno de sus claros efectos fue el traslado de las maquiladoras a territorio mexicano, pero que pertenecían a capital estadounidense. No es entonces lo mismo crecer algunos puntos del PBI en función de extranjeros que nacionales. Máxime si hay de por medio exoneración o suspensión de tributos Por ello en países como el nuestro, un correcto análisis de la economía no puede soslayar las cuentas de la Balanza de Pagos en donde se puede apreciar cuanto se remesa sea por royalties o utilidades. Es lógico entonces colegir, que parte de crecimiento considerado como bienestar, a no ser que tenga su correlato en una sana política tributaria, se puede estar yendo al extranjero.
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