OPINIÓN | Ántero Flores-Aráoz: "Irresponsable actitud"
Antiguo dicho nacional expresa que “quien se fue a Barranco perdió su banco”, y ello es aplicable a quienes teniendo claro que deberían defender la democracia, la estabilidad y el sistema económico, omitieron ir a votar el pasado 11 de abril.
Gracias, entre otros aspectos, al capítulo económico de la Constitución de 1993, ha permitido el incremento de las inversiones, la creación de mayor número de puestos de trabajo, la reducción de la pobreza y pobreza extrema, el aumento de la clase media y la elevación de los niveles de vida de buena parte de la población, por supuesto todo ello prepandemia.
Como es sabido, un candidato antisistema ganó la primera vuelta electoral. Quizás ello se hubiese evitado si es que los ciudadanos electores hubiesen cumplido con su obligación de emitir su voto, serio y responsable.
Si revisamos someramente los datos del ausentismo, por lo menos en la ciudad de Lima constataremos que en los distritos de mayor rango de vida, de mejores viviendas, de más elevadas remuneraciones, propietarios de vehículos de alta gama, cuyos vecinos han estado en colegios y universidades más reputados, son los distritos de mayor número de personas que omitieron concurrir a las mesas de sufragio y no solo a votar, sino tampoco a cumplir con el deber cívico de integrar tales mesas.
Es probable que los omisos a que nos referimos, prefirieran pagar la multa y no votar e irse a disfrutar de la playa, lo que demuestra grave irresponsabilidad y supina displicencia al cumplimiento de las normas legales de carácter cívico.
Cierto es que, al ausentismo, en general de los electores de la tercera edad, contribuyó el hecho de estar en el horario de votación más temprano, en que no había asistencia de personas jóvenes, para suplir a los titulares y suplentes de mesa que no habían asistido. Evidentemente fue un error o excepción, en la óptima programación de la gesta electoral por la ONPE. Ahora se le critica, pero que fácil es -como se dice- ser generales después de la batalla, y si lo pensaron antes, pues no lo dijeron.
Muchos han estado cegados por el buen manejo económico del país en los últimos lustros, así como el reconocimiento de los agentes económico-financieros más importantes del universo de tal situación. Y digo que han estado cegados pues no han visto el otro lado de la moneda, esto es que la bonanza no llegó a todos los hogares y que tenemos millones de compatriotas que aún están en crítica situación, sin servicios de salud, con viviendas prácticamente inhabitables, sin servicios básicos como agua, alcantarillado y luz, con escuelas públicas alejadas y los que rodean a las grandes urbes, teniendo que subir cerros llevando sus alimentos y hasta el agua, cuando la consiguen.
Evidente que quienes están en el infortunio, se apegan a los cantos de sirena y más cuando ven el desinterés de los afortunados, que ya es hora que reaccionen y sean solidarios, pero además sin dejar espacios vacíos, que se llenarán con aventureros y antisistema.
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