El testimonio de un abogado que estuvo 38 días en UCI y logró vencer el Covid-19
Juan José Quispe, abogado penalista peruano, vivió una situación muy comprometedora cuando el Covid-19 entró en su cuerpo. El virus lo golpeó de tal manera que estuvo postrado más de un mes en una cama UCI. Sin embargo, su lucha no ha culminado tras haber vencido a la enfermedad.
Este es el testimonio de una persona que tuvo que volver a aprender acciones básicas como caminar, hablar o escribir, dado que el coronavirus causó verdaderos estragos en su salud y sistema locomotor. El abogado recibió el alta hospitalaria el 22 de noviembre pasado y, desde ese momento, asegura que su estilo de vida ha cambiado por completo debido a las secuelas.
"Los primeros síntomas que tuve fue el no poder oler bien y un ligero dolor de espalda. Me medí la saturación de oxígeno y tenía 95, es decir, era casi normal. Un día tuve que levantarme para ir al baño, pero esos 3 metros que caminé fueron como 3 kilómetros. Desde ahí los síntomas aumentaron: el cuerpo lo sentía como si hubiera estado en una trifulca, no podía respirar y el hablar se me dificultaba. Sin embargo, la saturación seguía en 95", manifestó el jurista en Exitosa te Escucha.
Juan José fue internado de inmediato en la clínica San Pablo por la forma en la que el virus dañó a sus pulmones en corto tiempo, deteriorándolos en un 85% según el reporte médico. Él cree que tuvo la variante británica del Covid-19, ya que los síntomas que presentó fueron creciendo de manera agresiva y, en cuestión de días, sus pulmones se encontraban casi inoperantes.
"Yo diría - sin ser médico - que tuve esa variante británica que recién ha aparecido. Porque todos los síntomas y la forma en la que termino internado fue rapidísima, de un día para otro. (...) El doctor me dijo que no me preocupe y que iba a regresar a mi casa en tres días, pero a mi familia les dijeron que mi pronóstico de vida era solamente un 10%", afirmó.
◼ Una nueva vida
El abogado penalista asegura que, desde que superó el mal, ha tenido que seguir una serie de terapias físicas para volver a la normalidad. Cuenta que el virus le ha dejado secuelas que no creyó posibles en expacientes del coronavirus.
"Luego del alta he comenzado la segunda batalla contra el Covid: hacer terapia física para volver a caminar o agarrar el lapicero, porque toda la sensibilidad se pierde. Hay fuertes dolores de cabeza de manera repentina, vómitos, náuseas. Además, como una de las consecuencias de la enfermedad, tengo asco a cualquier comida con ajo, cebolla o aceite", confesó.
Asimismo, declara que en estos momentos sigue usando un andador para poder desplazarse por su hogar. Es decir, a casi tres meses de haber salido de UCI, el jurista sigue padeciendo las consecuencias de esta terrible afección.
"Para salir de UCI el doctor me dijo que debía tener una estabilidad emocional y que al menos pueda pararme y dar un paso por mi cuenta. (...) En estos momentos estoy en una terapia interdiaria para poder caminar. Tengo que usar un andador para poder movilizarme hasta que me recupere por completo", concluyó Quispe.