Efectivo que denunció presunta corrupción en PNP es pasado al retiro y denunciado por deserción
El suboficial PNP, Romel Vásquez Olano aseguró una serie de acciones en su contra luego que denunció públicamente la entrega de mascarillas y guantes de pésima calidad para protegerse del coronavirus en la Tercera Macro Región Policial La Libertad.
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“Tengo mucho miedo por mi vida, porque siempre uno tiene el temor de la venganza de los cobardes”, ratificó el agente.
Esas son las palabras que reflejan el peligro por su vida, pero que - a la vez - demuestran la valentía de un efectivo policial, quien quizás expresó lo que muchos policías están callando.
En conversación con Exitosa, Vásquez Olano aseguró que, desde que denunció el hecho, su vida diaria ha cambiado mucho porque ahora debe andar a la expectativa cuando camina por la calle.
Tras la mencionada denuncia que circuló por los medios de comunicación, el efectivo policial comenzó a recibir una serie de amenazas que le hicieron pensar que en cualquier momento atentarían contra su vida, por lo que no le quedó más alternativa que huir y permanecer en la clandestinidad e incluso su familia comenzó una campaña para dar con su paradero.
“Mi temor se acrecienta cuando estoy en la calle, pero mientras permanezco oculto entre los cerros me siento seguro porque justamente estoy en una zona en la que me siento protegido y sé que también puedo monitorear de una manera adecuada la situación”, expresó.
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En la actualidad, este agente del orden apareció en Trujillo para informar que tiene en su contra seis procesos administrativos disciplinarios, en uno de ellos el Comando Policial decidió apartarlo de la institución. Otra denuncia grave, que podría llevarlo hasta un penal, es el delito de deserción.
Vásquez Olano aún no puede asimilar que Inspectoría Regional de La Libertad decidiera apartarlo de la institución bajo el argumento de que se ausentó cinco días de su labor sin alguna justificación. Para él, es una injusticia que sobrepasa su glorioso uniforme de Policía.
La zona donde está viviendo es desconocida, según su propia confesión teme a cada instante por su integridad y la de su familia. Prefiere vivir alejado de su institución que alguna vez lo acogió por 20 años y ahora lo quiere tras las rejas por haber denunciado presuntos actos de corrupción y haber generado controversia.
Desde la clandestinidad, este efectivo policial, que demuestra amor a su institución, seguirá luchando para volver a portar su glorioso uniforme, pero - a la vez - espera que más colegas pierdan el miedo y denuncien lo que muchos callan.
“Invoco a mis colegas a que no sigan convirtiéndose en cómplices. ¡Salgan a denunciar!”, culminó.
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