15/08/2022 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
El arzobispo de Arequipa, Javier del Río Alba, fustigó ayer la violencia que, en su consideración, parte desde “las altas autoridades del país” e hizo referencia a que, en los tiempos bíblicos, los gobernantes ya cometían abusos de diverso tipo bajo el argumento de defender al pueblo. “Ya en esa época se apropiaban de la palabra pueblo”, aseguró.
Del Río Alba hizo esas precisiones durante la homilía que ofreció en virtud del Tedeum debido al 482 aniversario de fundación de la Ciudad Blanca de Arequipa, tras referir una dura crítica a la actual coyuntura política y social que atraviesa el país.
El prelado evitó dar nombres y hacer especificaciones al momento de dar su parecer ante una gran cantidad de fieles. Es decir, en todo momento prefirió no dar nombres de ninguna de las autoridades a las que hizo alusión.
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Sin embargo, no tuvo impedimentos para dejar en claro que actualmente, en el Perú, se viven épocas muy similares a las habidas durante el imperio romano.
Sostuvo que ahora, como en esa parte de la historia, se “vive una falsa paz, con mucha corrupción y, además, con sufrimiento para el pueblo”.
“Esta es la realidad que vemos en estos momentos. Porque lo se ve es un país dividido hasta el extremo. Un país que vive y se desarrolla con la intolerancia de las redes y los constantes llamados a la violencia de parte de las altas autoridades. Es muy lamentable, pero todo esto es el pan nuestro de cada día”, reveló Del Río Alba.
El arzobispo también se refirió a las reiteradas denuncias de corrupción que llegan hasta diferentes ámbitos de la sociedad peruana.
“Hay gran cantidad de noticias de corrupción, las hay por doquier, en el sector público y privado. Cuándo nos vamos a dar cuenta de que nos están ganando la batalla y que quienes más sufren son los pobres, el famoso pueblo que todos queremos defender”, comentó.
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Monseñor Del Río Alba también precisó que “si no somos capaces de encontrar el rumbo del bien común de la nación, seamos humildes y pidámosle a Dios que nos ayude a avanzar juntos como ciudad, región y país”.
Además, destacó la importancia de Arequipa en momentos históricos del Perú y refirió estar convencido que “Dios y la Virgen de Chapi quieren que la ciudad recupere ese lugar preponderante en favor del Perú y de la democracia”.
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