07/08/2021 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
La peor pesadilla que las autoridades sanitarias temían se vuelve a presentar en Estados Unidos, donde el ritmo de contagios por el COVID-19 alcanza los 100 mil casos diarios, cuando hace menos de dos meses (en junio) el promedio era 11 mil infectados al día. Esta situación se agrava con la variante Delta y la negativa de estadounidenses a vacunarse.
El brote de COVID-19 en Estados Unidos cruzó este sábado los 100.000 casos nuevos confirmados diarios, una marca excedida por última vez durante el incremento de infecciones antes del invierno e impulsada por la variante Delta del virus, mucho más contagiosa, y bajas tasas de vacunación en el sur.
Las autoridades de salud temen que los casos hospitalizaciones y muertes sigan subiendo si más estadounidenses no se vacunan. A nivel nacional, el 50% de las personas están plenamente vacunadas y más de 70% de los adultos han recibido al menos una dosis.
“Nuestro modelo muestra que si no vacunamos a la gente, pudiéramos subir hasta varios centenares de miles de casos al día, similar al incremento de inicios de enero”, dijo esta semana la directora de los Centros para l Control y la Prevención de las Enfermedades, Rochelle Walensky, en declaraciones a la CNN.
Estados Unidos tardó alrededor de nueve meses en cruzar el número promedio de 100,000 casos en noviembre antes de alcanzar un máximo de 250,000 a principios de enero. Los casos tocaron fondo en junio, pero tardaron unas seis semanas en volver a superar los 100,000.
El promedio de siete días de muertes diarias por el virus también aumentó. En las últimas dos semanas de 270 muertes por día se elevó a casi 500 por día el viernes.
◼ Más hospitalizados
El número de estadounidenses hospitalizados con el virus también se ha disparado y la crisis ha empeorado tanto que muchos hospitales vuelven a tener problemas para encontrar camas para pacientes en lugares lejanos. “El sistema de atención médica en este momento está casi en un punto de quiebre”, dijo el doctor David Persse, de los servicios médicos de emergencia (EMS).
