Johnson sobre las muertes por COVID-19 en el Reino Unido: “Asumo total responsabilidad”
Desde diciembre del 2020, además del COVID-19, Reino Unido viene enfrentando a una nueva variante del virus que no solo es más contagiosa, sino que aparentemente es más letal. Esto ha hecho que esta Nación se convierta en la primera en la Unión Europea en superar el umbral de las 100 mil muertes, a causa de la pandemia.
Las críticas han llovido al gobierno, pues se cuestiona que demoró en brindar material de protección suficiente al personal de salud, dudó en imponer a la población el uso de mascarillas -que siguen sin ser obligatorias en el exterior y algunas personas evitan incluso en interiores-, y se resistió a aplicar el primero (marzo-junio) y segundo (noviembre) confinamientos y a controlar los viajes internacionales.
A pesar de que existe un confinamiento, en el Reino Unido los récords de muertos se rompen a diario y los hospitales siguen superados frente al aumento de pacientes con síntomas graves.
En las últimas 24 horas se registraron 1.631 nuevas muertes confirmadas por covid-19, lo que lleva el balance total a 100.162 fallecidos, según datos del ministerio de Sanidad.
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"Es difícil calcular la pena contenida en esa sombría estadística, los años de vida perdidos, las reuniones familiares a las que no se ha asistido y, para tantos familiares, la oportunidad perdida incluso de decir adiós (...) Lamento profundamente cada una de las vidas que se han perdido y, por supuesto, como primer ministro, asumo total responsabilidad de todo lo que ha hecho el gobierno", afirmó Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido.
"La mortalidad empezará a descender lentamente en las próximas dos semanas y probablemente se mantenga estable durante un tiempo", consideró el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, advirtiendo que "se añadirán más muertes a este tristísimo total".
En el país más castigado de Europa, el ejecutivo se enfrenta a incesantes críticas desde que se registró el primer muerto por covid-19 el 5 de marzo de 2020 y poco después se comprobó que no tenía capacidad para realizar pruebas de diagnóstico ni rastrear eficazmente los contactos.
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