02/04/2021 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023
El mundo católico inició la conmemoración de la Semana Santa con las liturgias del Jueves Santo que con una misa temprana se realizó en el Santo Sepulcro. Nuevamente, por la pandemia, apenas 150 fieles locales se les permitió acompañar esta ceremonia donde antes estaba abarrotada por turistas extranjeros.
A diferencia del año pasado que por la aparición del Covid-19 se cancelaron algunas ceremonias y que ahora se han recuperado como el lavado de pies. Esto hace respirar un aire de optimismo.
Las liturgias se iniciaron con una misa a primera hora en el Santo Sepulcro oficiada por el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, ante unas 150 personas.
En esta ocasión, y a diferencia del año pasado, la situación sanitaria permitió también realizar el Lavado de Pies, que recrea el de Jesús a sus doce discípulos como gesto de humildad e igualdad, uno de los actos simbólicos más característicos de los ritos de Semana Santa.
El Dato: Las liturgias del Triduo Pascual continuarán con eventos como el Vía Crucis, que recorrerá las catorce estaciones de la Vía Dolorosa, mientras las calles y templos de las zonas más sagradas de Jerusalén.
Algo que nuevamente se hace sentir, sin embargo, es la falta de peregrinos extranjeros durante las liturgias, lo que ya había sucedido el año pasado dado que Israel veta el ingreso de turistas desde el comienzo de la pandemia para evitar su propagación.
De esta manera, fueron fieles locales, religiosos de las comunidades católicas de Tierra Santa y residentes internacionales de la región quienes se acercaron hoy a la Ciudad Vieja, ubicada en la parte oriental de Jerusalén, bajo ocupación y anexión israelí.
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Tras los eventos de la mañana, el fray Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, recorrió con un pequeño grupo de religiosos el camino hacia el Cenáculo, donde la tradición sitúa la Última Cena y se recuerdan las instituciones del sacerdocio y la eucaristía.
Allí, en una ceremonia a puerta cerrada, se recreó nuevamente el Lavatorio de los Pies, encabezado por Patton, que lavó los pies de doce franciscanos entre un reducido grupo de asistentes.