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Bolivia y Chile se enfrentan ante Corte de La Haya por el control del Silala

Para Santiago las aguas son de un río internacional que deben compartir ambos países pero para Bolivia es un manantial desviado artificialmente.

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01/04/2022 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 09/01/2023

Desde hoy hasta el próximos jueves 14 de abril, en el Palacio de la Paz de La Haya, Bolivia y Chile serán protagonistas en el litigio denominado “Controversia sobre el Estatuto y Uso de las Aguas del Silala (Chile contra Bolivia)”. Presentarán sus argumentos en la etapa de alegatos orales.

Esto ocurre cuatro años después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) resolviera en un histórico fallo que Chile no está obligado a negociar una salida al mar para Bolivia.

Esta vez se trata de otra disputa hídrica: las aguas del Silala. El manantial del Silala se origina en el departamento de Potosí, en el sureste de Bolivia, a cuatro kilómetros de la frontera con Chile.

El Gobierno de Chile demandó a Bolivia en julio de 2016 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) argumentando que las aguas del Silala provienen de un río internacional y no de un manantial como afirma Estado plurinacional.

La contraofensiva chilena se produjo luego de que el Gobierno boliviano anunció que estudiaría una de- manda contra Chile por la utilización histórica las aguas del Silala.

Dos años después, en 2018, Bolivia entregó ante ese alto tribunal de justicia su contramemoria en el litigio, además de una contrademanda contra el país trasandino, donde pide a la CIJ que juzgue y declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y los mecanismos de drenaje en el Silala que están ubicados en su territorio y el derecho soberano a decidir cómo los mantendrá.

En vista de la pandemia, las audiencias se llevarán a cabo en un formato híbrido.

El Uso del Silala

Tras la Guerra del Pacífico y la posterior firma del Tratado de Paz y Amistad (1904), Chile se comprometió a compensar a su vecino y le prometió la construcción de líneas ferroviarias. Los calderos se alimentaban con las aguas del río que había sido canalizado.

Sin embargo el ferrocarril dejó de funcionar en 1962. A finales de 1990 Bolivia acusó a su vecino de utilizar indebidamente las aguas del río y amenazó con desviar su cauce.