23/05/2021 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Cuando tenemos en casa un menor con conducta desafiante, irritable o que no acata las normas, muchas veces creemos que estamos frente a un niño “malcriado” y no es así. Puede tratarse de un pequeño con trastorno oposicionista desafiante (TOD), un cuadro que ha registrado un aumento en la segunda ola.
Juan Carlos Ocampo, psiquiatra del hospital Guillermo Almenara, reveló que el nosocomio registró un incremento del 50% en los trastornos de conducta en niños y adolescentes. Sin embargo, una patología que llama la atención por su recurrencia es el TOD, pues de cada 10 consultas, 2 pertenecen a este trastorno.
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◼ Signos de alarma
Se caracterizan por presentar una conducta de confrontación y resistencia a las figuras de autoridad, generalmente padres o maestros. “Está acompañando de otra sintomatología; suelen ser niños inquietos coléricos, que su frase común es 'no quiero, no lo hago' y permanentemente con el 'no' confrontan”, explicó el especialista.
Estos niños y adolescentes también suelen ser resentidos y vengativos que, al no ser abordados en terapia, precipitan los síntomas conductuales. Ocampo sostuvo que cambios como el confinamiento, el aislamiento y el miedo pueden desencadenar conductas problemáticas y exacerbar el TOD. Tratamiento
Se basa en un abordaje que involucra a la comunidad, la familia y al propio menor. Si logramos que esta persona tenga apoyo social, el comportamiento alterado se va ir atenuando. Por el contrario, la falta de autoridad o presencia de padres muy agresivos, podría acentuar el problema.
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Una conducta desafiante que continúa por más de 6 meses podría desencadenar un Trastorno Oposicionista Desafiante. Ante ello, recomendó acudir con un especialista para controlar estos comportamientos inadecuados y así evitar conductas más graves.
