18/03/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Antes que el presidente Pedro Castillo concurriera al Congreso para exponer su mensaje al país, el jefe del gabinete, Aníbal Torres, adelantó que en su discurso el mandatario iba a dar algunas sorpresas. Sin embargo, esa sorpresa -valga la redundancia- no se dio en el hemiciclo, sino fuera del Palacio Legislativo cuando el premier dijo a la prensa que el jefe de Estado iba a proponer el adelanto de elecciones, pero desistió a último momento.
Lo expresado por el premier Torres alborotó el escenario político, al desconocerse si lo omitido por el presidente de la República estaba o no incluido en el discurso que fue aprobado en la sesión del Consejo de Ministros del 9 de marzo, y que el jefe del gabinete aludió en su carta a la titular del Congreso, María del Carmen Alva Prieto, para solicitar la presentación del mandatario para exponerlo en el hemiciclo.
¿Era válido que el presidente Castillo no leyera esa parte de su discurso? Según Torres, el mandatario optó por no anunciarlo para un último intento por la concertación con el Legislativo. Lo que no ha precisado es si ese contenido figuraba en el texto aprobado el 9 de marzo o si se acordó incluirlo momentos previos a su presentación en el Congreso. ¿Es válido que se agregue contenidos a un discurso ya aprobado en sesión de gabinete? Tenemos entendido que no, pero es algo que queda para la discusión de los especialistas.
La noche del miércoles Castillo Terrones anunció que tal como lo prometió en el Congreso, en las próximas horas iba a corregir algunos de los errores cometidos en su gestión. Hasta el momento no ha dicho nada, salvo la publicación ayer de una resolución suprema firmada por él y su premier designando consejero presidencial de la Comisión Consultiva del Despacho Presidencial en materia de gestión gubernamental a Daniel Salaverry, exaprista, ex fujimorista y que en sociedad con Martín Vizcarra postuló a la presidencia de la República por Somos Perú, que ahora finalmente logra ocupar un puesto en este gobierno.
Otra sorpresa no del mandatario, pero que sí lo vincula, fue la que dio el abogado César Nakazaki, al revelar que el presidente Pedro Castillo llamó a Karelim López y que el teléfono con el registro de la llamada ha sido entregado a la Fiscalía que investiga el caso de la lobista. Según el letrado, el mandatario llamó a su patrocinada para pedirle que le diga a Bruno Pacheco que todo estaba bien y que no había de qué preocuparse. El mandatario aseguró ante el Congreso que no conoce y nunca se comunicó con Karelim López. ¿Otra mentira o contradicción, como ocurrió en la entrevista con CNN? El jefe de Estado se complica solo y después culpa a sus opositores. ¿Qué otra sorpresa se viene?
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