OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: “Mecidas que más parecen burla"

Hace unos días el ministro de Salud, Óscar Ugarte, aseguró que al 28 de julio, el autodenominado gobierno de transición y emergencia dejará vacunados a nueve millones de peruanos, pero luego el presidente Francisco Sagasti le enmendó la plana y dijo que solo tres millones y medio de compatriotas serían inmunizados al término de su gestión. Ayer, el titular del Minsa volvió a cambiar la cifra, y afirmó que serán cuatro millones 650 mil personas las que recibirán sus dosis contra el coronavirus.

¿Qué pasa con el gobierno que ni entre sus integrantes se ponen de acuerdo? La jefa del gabinete, Violeta Bermúdez, informó también que este mes de abril llegaban adicionalmente a las de Pfizer, un millón de vacunas de AstraZeneca, pero luego dijo que solo traerán poco menos de 300 mil.

Lo real es que ni lo uno ni lo otro. No están llegando las vacunas y si se cumple lo que se anuncia sobre la llegada de las dosis de Pfizer, de 200 mil semanales a partir de mañana, solo tendremos al mes de julio tres millones 200 mil dosis, más las 300 mil de AstraZeneca, serían 3'500,000. A razón de dos dosis por personas, solo se podrá vacunar a un millón 750 mil peruanos. Y ojo que, la señora Bermúdez, aseguró también que al final del gobierno se inmunizará a todos los adultos mayores, que, según las cifras dadas por el propio Ejecutivo, son cuatro millones y medio. Esto, sin duda, constituye una burla.

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Igual ocurre con las camas UCI. Hace días el presidente Sagasti dijo que su gobierno había incrementado 900, como también mejorado el abastecimiento de oxígeno. ¿Dónde están? Pues lo real es que el número de fallecidos sigue en aumento por la falta de camas UCI y de oxígeno. Para el Minsa en lo que va de la pandemia hasta el 31 de marzo han fallecido 52,872 y 14,328 en el primer trimestre de 2021, mientras el Sinadef reporta más de 130 mil en el último año y 50,520 solo en el primer trimestre de este año.

Esa es la triste realidad del país que demuestra la ineficiencia de este gobierno que sigue llamándose de transición y emergencia. Es cierto que el gobierno de Martín Vizcarra dejó al Perú en la peor situación por su inoperancia y actos de corrupción, pero la administración de Francisco Sagasti revela que no tiene capacidad de gestión y ni siquiera deja a quienes podrían resolver en parte el problema sanitario, principalmente para la adquisición de las vacunas. Cuando comentábamos el proceso electoral decíamos que el Perú necesita un cambio profundo a partir del 28 de julio, pero hay cosas que no pueden esperar a esa fecha, y es el de la emergencia sanitaria.

Los peruanos siguen muriéndose porque los hospitales hace tiempo que han colapsado y este gobierno, que dice llamarse de emergencia ni siquiera por eso ha podido atender la pandemia como corresponde ni entiende que este problema no puede esperar. Queda poco más de tres meses para el 28 de julio y hasta ese día los peruanos continuaremos condenados a seguir resistiendo, y rezar para que el nuevo gobierno cumpla su promesa de vacunar de inmediato a todos.

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