OPINIÓN | Luis Angeles Laynes: ¿Estamos en un callejón sin salida?
Este fin de semana aparecieron nuevas denuncias de corrupción que comprometen más al presidente Pedro Castillo, quien, sin embargo, continúa como si no le importara porque lejos de deslindar con los cargos que le imputan, continúa viajando por el país con el mismo discurso, victimizándose, culpando al Congreso, a sus opositores y a la prensa de complotar en su contra para sacarlo de Palacio de Gobierno. Insiste que el Poder Legislativo, con los intentos de vacancia e interpelaciones a los ministros, no lo deja gobernar.
Ante las denuncias en su contra, ha jurado y re jurado que se allana a las investigaciones, que dará la cara, pero a través de su defensa legal hace todo lo posible para no ser investigado.
Vemos ministros que en lugar de declarar sobre la labor que realizan en sus sectores, se la pasan dando permanentes declaraciones de defensa al mandatario. Y en medio de este panorama el país sigue paralizado.
Leemos y escuchamos recomendaciones para salir de la crisis. Plantean cambio de gabinete ministerial, agenda sobre medidas para resolver los problemas del país, que se convoque al Acuerdo Nacional, una reforma total del aparato estatal para acabar con la corrupción y avanzar en tareas urgentes a favor del pueblo peruano, entre otras, pero ni del Ejecutivo ni del Congreso dicen esta boca es mía para impulsarlas.
La mayoría de peruanos se ha pronunciado -a través de encuestas- por un adelanto de elecciones generales, que se vayan todos, pero quienes tienen la facultad de hacerlo no dan el primer paso. Ni el Ejecutivo envía un proyecto de ley ni el Congreso la presenta, todos quieren permanecer en sus puestos.
Queda entonces que el Ministerio Público agilice la investigación que le han abierto al presidente Castillo para que determine si le encuentra o no responsabilidad en los cargos que se le imputa. Y si la encontrara, el jefe de Estado ¿dará un paso al costado? Así como viene actuando, lo más probable es que no lo haga, y esperará que lo saquen para seguir victimizándose y acusar de complot en su contra.
De parte del Congreso, tan dividido como está, sin una posición clara a dos semanas de renovar su Mesa Directiva y sin los votos para tomar una decisión, es difícil que lo haga. Mientras tanto, la población seguirá soportando la crisis económica, el hambre, la falta de empleo, la inseguridad por la creciente ola delictiva, los pésimos servicios elementales. Un panorama oscuro, un callejón que a la vista no tiene salida.
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