OPINIÓN | Lewis Mejía: ¿Una mochila de emergencias en el trabajo?
¿Es recomendable contar con una mochila de emergencias en el centro de trabajo? ¿Cuántas mochilas debería tenerse a la mano? ¿Dónde deben estar ubicadas? ¿Qué elementos debería contener? Esas y otras preguntas me las hizo un grupo de compañeros de labores durante la pausa de trabajo como parte del simulacro de sismo del pasado 31 de mayo, que se realizó con éxito a nivel nacional.
La respuesta lógica debería ser un rotundo sí, porque si lo vemos detenidamente, el tiempo que pasamos en la oficina, el taller o cualquier otro centro de labores es de entre 8 a 12 horas al día, aproximadamente. Sería una segunda mochila de emergencias, pues la principal deberá estar en casa, con todo lo necesario para poder sobrevivir durante las primeras 48 horas o más de producido un desastre de proporciones.
La mochila de emergencias en el centro de trabajo también debe contener una radio portátil a pilas, junto a dos o tres dotaciones de pilas de repuesto, e igualmente una linterna con sus pilas de recambio, siendo recomendable que ambos equipos utilicen pilas de la misma medida. ¿Debes tomar medicinas diariamente? Pues bien, en tu mochila deberás incluir las dosis adicionales para tres días más, por lo menos, pues de ocurrir un sismo de gran intensidad es probable que las farmacias dejen de funcionar. También se sugiere incorporar una manta para poder abrigarse, considerando que hoy la temperatura del medio ambiente está descendiendo debido a la estación del invierno.
Y un kit de higiene personal que tenga jabón de manos, cepillo y pasta dental, toalla, un par de paquetes de paños húmedos, cuatro rollos de papel higiénico, todo compactado, junto a una caja de mascarillas.
¿Alimentos? Claro que deben tenerse, los no perecibles -ni frutas ni verduras frescas- como por ejemplo enlatados -atún, frijoles o las famosas raciones de combate- así como galletas y otros productos secos envasados. Otro elemento vital que debe estar en cantidad suficiente es el agua embotellada para beber, que puede ser una botella de 1.5 litros porque también nos servirá en caso sea necesario lavar alguna herida. Y ya que hablamos de lesiones, no estaría mal disponer de un botiquín básico, conteniendo dos pares de guantes de látex o nitrilo, mascarillas descartables, lentes de protección, agua oxigenada y alcohol al 96° para desinfectar tijeras, pinzas o termómetro.
Otros artículos indispensables son un paquete de algodón medicinal, gasas estériles, apósitos (gasas rellenas de algodón), vendas de diferentes tamaños, curitas, esparadrapo, tijeras de punta redonda y un termómetro. Un pañuelo o venda triangular para utilizarse como cabestrillo, también podría formar parte de este botiquín, junto a un juego de pinzas. Recuerda, más vale tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo.
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