OPINIÓN | Lewis Mejía: Daños ambientales
El fin de semana pasado me tocó acudir, como bombero voluntario que soy, a un pequeño incendio en el sector todavía en construcción de la nueva vía expresa de la Costanera. Se trata de un importante proyecto de desarrollo urbano que permitirá mejorar la interconexión vehicular entre el Callao y los distritos costeros de Magdalena, San Miguel, San Isidro, Miraflores, Barranco y Chorrillos.
Sin embargo, como la construcción del tramo que pasa por el distrito chalaco de La Perla aún no se ha concluido, algunas personas de poca reflexión arrojan basura y desmonte al otro lado del muro y en forma indiscriminada. A esta práctica se suma la presencia de gente de mal vivir que con frecuencia salta el paradero para luego dedicarse al consumo de alcohol y otras sustancias alucinógenas, arrullados por el mar.
Pero de esa costumbre no voy a hablar, a lo que me refiero es que, al hacer fogatas en la basura para calentarse, estos tipos provocaron este fuego sin control. Por fortuna, algún vecino sensato llamó al número de los Bomberos, el 1-1-6, y rápidamente dos autobombas se hicieron presente.
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Poco menos de dos horas después de trabajo, las “damas y caballeros de rojo” lograron extinguirlo y retornaron a sus actividades de cuartel. Pero el daño al medio ambiente ya estaba hecho, y buena cantidad de humo altamente tóxico había envuelto a la urbanización, generando alarma por la salud de los más vulnerables. Me refiero a los adultos mayores de avanzada edad, a los niños desde recién nacidos, a los que sufren de alguna enfermedad, principalmente.
La afectación a la naturaleza debe ser evitada, en lo posible, con actitudes maduras como no arrojar basura y desmonte a un lugar, para luego quemarlo. Cajas y empaques plásticos de alimentos y otros productos, montones de bolsas ya usadas y del mismo material, así como papel viejo y cartones, al incendiarse, dan lugar a la formación de gases muy peligrosos. Esta ecuación está incompleta, pues aún debemos sumar las toneladas de agua potable que fue necesario utilizar en la tarea de aplacar las llamas.
Cómo se puede ver, los impactos ambientales son enormes, ante lo cual solo queda decir un firme “no” a la quema de basura y al arrojo de desmonte; y decirle “sí” a colaborar con la prevención de incendios y otras emergencias.
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