OPINIÓN | Javier Zúñiga: Situación de la agricultura peruana
De acuerdo a las cifras del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), el sector agropecuario creció 4.4% durante el primer semestre del año. El subsector agrícola creció 5.3% y el subsector pecuario aumentó en 2.5%.
La Asociación de Exportadores (ADEX) estima que el valor de la agroexportación crecería en aproximadamente US$ 9,600 millones, un 10% más que en el 2021. Es un contexto internacional inusual originado por el aumento de los alimentos. Una situación distinta ocurriría con el sector agrario tradicional.
El carente abastecimiento de fertilizantes pone en riesgo las cosechas de vegetales, los cuales son comercializados al interior del país. Un caso concreto de los fertilizantes son las licitaciones de urea. La Confederación Nacional Agraria (CNA) muestra su preocupación por la tercera licitación de urea, la cual ha sido otorgada a una empresa con poco más de un año de experiencia en la comercialización de fertilizantes.
Asimismo, el anuncio de la reforma agraria sigue los mismos pasos que el actual estado de emergencia sectorial. Desde el 2021, la promesa de la segunda reforma agraria, que impulsaría el desarrollo de las zonas agrícolas nacionales, está en la mesa, pero sin mostrar ningún avance.
La segunda reforma agraria ha sido una promesa que beneficiaría probablemente al agro peruano, el cual se caracteriza por tener muy poca tecnificación en sus procesos productivos. Un aumento del presupuesto sectorial, promover programas de financiamiento y facilitar el acceso a fertilizantes son algunos factores que podrían ser un primer paso hacia dicha reforma.
Las medidas que se han adoptado para impulsar el desarrollo del sector agrario, en general, solo han quedado en el papel; es decir, no se logran concretar en la práctica. De otra manera, las expectativas para el sector serían favorables tanto para el productor local como el consumidor nacional.
Como se sabe muy bien, el Estado peruano ha fracasado en las compras de fertilizantes y la cartera del MIDAGRI va por su quinto ministro desde que el actual gobierno de turno tomó el poder. Lo que diferencia la agricultura tradicional de la agroexportación se puede resumir, en una palabra: gestión.
El poder Ejecutivo actual plantea un conjunto de ideas y mejoras para el desarrollo agrícola nacional. Lamentablemente, todas estas ideas no son implementadas en la práctica por la falta de gestión y de voluntad.
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