12/10/2020 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Con suposiciones no se dirige un país (con el agravante de estar inmersos en una pandemia), menos una organización y, ni hablar de la trayectoria de vida de las personas. Es la evidente y dirigida descoordinación de los elegidos y sus nombrados la que ha llevado a tener el país desarticulado, sin gestión o dirección.
Los actuales equipos demuestran coordinación para sus intereses y descoordinación hacia el quehacer de nuestro Perú. Por ello, el país no avanza y no se vislumbran soluciones a los históricos y actuales problemas del Estado.
Ni revisan la ruma de pendientes que dejaron los congresos anteriores, las que siguen durmiendo sobre los escritorios el sueño de la injusticia de las comisiones de Ética y de Acusaciones Constitucionales. Duermen porque sus inquilinos de turno los mantienen en coma para buscar el borrón y cuenta nueva. Lo hacen desconociendo la chamba para la cual fueron contratados por el pueblo y porque siguen defendiendo el histórico dicho de: “otorongo no come otorongo”.
Lamentable que solo tengan capacidad mediática para vender ideas como si fueran realidad. Siguiendo esa tendencia, en los últimos días el Perú perdió, no empató. Derrotaron a la ciudadanía por 14,000 a cero. El pasado jueves, mientras recordábamos la heroicidad y entrega por la patria del Almirante Grau, mientras emocionados seguíamos con atención el encuentro de la selección nacional, un grupo de mal llamados “padres de la patria”, 110 congresistas en total, dieron su voto a favor o en abstención para promulgar la ley que, en medio de esta pandemia, arrebató los sueños y esperanzas de tener mejores peruanos.
La selección de fútbol trajo de Paraguay un punto importante, equipo que vistiéndose de peruanidad y dejando todo en la cancha procuraba una alegría para más de 32 millones de peruanos. En paralelo y jugando para su propio equipo (que no es el blanquirrojo) el Congreso participaba en un orquestado partido tras bambalinas, afectando con su resultado al presente y al futuro del país: los jóvenes.
Solicitan reincorporar a más de catorce mil profesores que no tienen grado académico, que no se presentaron a los exámenes o que jalaron. Cero meritocracia, pero mucho populismo barato. Pretenden que el objetivo central de la educación pública sea dar trabajo a los ineptos que terminarán manteniendo el estándar de país al que nos tienen acostumbrados, con cero capacidad de análisis y comprensión de absolutamente nada. Así seguiremos eligiendo entre lo menos malo o al que mejor hace el ridículo.
Es momento de analizar y elegir bien, como Dios manda. Depende de los peruanos elegir a personas probas, capaces, competentes y con experiencia.
El Perú tiene que avanzar, llegó la hora de trabajar por el Perú.