OPINIÓN | Dennis Falvy: Teoría de la estupidez
Existe un solo bien, el conocimiento; y existe un solo mal, la ignorancia: Sócrates, en Diálogos de Platón. Este video vale la pena verlo:
Pertenece a la teoría de la estupidez, de Dietrich Bonhoeffer, en que afirmaba que ella es el enemigo más peligroso para la gente, incluso más que la maldad. El pastor luterano Bonhoeffer, comenzó a dar discursos públicos en contra de las atrocidades que en ese momento se estaban cometiendo contra el pueblo de la Alemania sometida por Adolf Hitler.
Luego de años de lucha, dos hombres estaban esperándolo en su habitación para llevárselo. Al caer prisionero del régimen nazista, comenzó a reflexionar acerca del cambio social que se había producido en su país a partir de la llegada de Hitler al poder. Y ello por el cambio del pueblo alemán, en territorio de cobardes, ladrones y criminales, dispuestos a cometer atrocidades sin piedad. Y descubrió que ello no era por la maldad, sino la estupidez.
Y para él, la palabra “estúpido” era a personas sin criterio, que siguen órdenes evaluar las consecuencias de sus actos. Para él, fue así como las personas comunes y corrientes llegaron a cometer los peores crímenes de lesa humanidad. Contra ello no existe nada que se pueda hacer.
Ellos actúan sin criterio ni raciocinio. Pueden desencadenar situaciones terribles sin siquiera contemplarlo y ello se torna en un problema social. Ante la fuerza de Hitler al mando, las personas lo siguieron por estupidez, y no por maldad, siendo esto incluso más peligroso, ya que favoreció su aceptación social sin cuestionarlo.
Parecería según el autor, que, ante el poder, las personas caen viéndose privadas de su independencia y autonomía. En 1943 es atrapado y confinado a un campo de concentración de, Flossenburg, donde vive por dos años y escribe su teoría.
Dos semanas antes de ser liberado por los norteamericanos es ejecutado en la horca por haber participado en un complot para asesinar a Hitler. Los lemas, eslóganes, ideas, son rápidamente apropiadas por estúpidos, argumentaba Bonhoeffer. Por ello son peligrosos, por su falta de dimensión y de visión de la realidad.
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